La Cueva. Como tener sexo seguro y constante. - Relatos Eróticos

La Cueva. Como tener sexo seguro y constante.

... piernas y por parte de su cuerpo. Finalmente se aquietó y poco a poco fue sacando su verga de mi recto y, como pilón, en un gran chorro, me salió el resto de la orina que había quedado dentro, bañándonos el cuerpo de la cintura para abajo, que nos provocó una gran risa llena de alegría y satisfacción. A los dos nos gustó y nos hizo bien la experiencia y sin más, se hizo costumbre en sus visitas, me parece que con el resto no lo ha hecho ni se los ha propuesto, así que esa rutina se tornó exclusiva para mí.
Al siguiente viaje, Neto ya venía bien preparado y entrenado para una nueva sesión. Su doctor le había comentado que, en condiciones normales de salud, la práctica no nos haría daño y le recomendó la técnica para hacerlo cuantas veces quisiera, puesto que con la consistencia de su verga aún sin erectar, ésta podría entrar en cualquier culo sin ninguna dificultad. En los últimos 5 años, he disfrutado de las abundantes y muy calientes “eyaculaciones” de nuestro querido Neto, quien ha estado practicando nuevos movimientos. La otra variante es que ya se hizo pasivo, parece que solamente conmigo continua como activo, cosa que me agrada por su gran verga que, aunque sin erección, mantiene una misma consistencia y hemos estado horas y horas pegados, tener una verga de carne, que no necesita de sangre para mantenerse rígido, ha sido para mi un gran plus y creo que para él representa la opción de estar siempre como activo, con él todo es ganar ganar.
Pancho.- Llegó cuando él ...

... tenía 25 años. Sobra decir con qué ímpetu y fortaleza nos complació a todos. Igual que Neto, siempre dobletea y a veces da más, tanto que se le quedó el seudónimo de “semental”. Sólo 2 lo hemos penetrado y muy pocas veces, prefiere ser activo y al resto no nos disgusta para nada. Su verga también es de 16 centímetros erecta al 100 y no pasa de los 13 sin erección, es de carne y está curveada hacia la derecha, como gancho, no es gruesa y aunque no está circuncidado, su prepucio no le alcanza a cubrir el glande totalmente, siempre lo trae expuesto al 50%. Sabe explotar la forma de su pene con movimientos que dan una especial sensación en las paredes del recto. A mí me gusta que me lo meta con la curvatura invertida, me da la sensación de que se mete hasta el colon y que rosa los pliegues del recto, provocando un reconfortante masaje y un intenso calor cuando se viene dentro de mí. Su eyaculación siempre ha sido muy abundante, tal parece que el tiempo no pasa por él. Durante 20 años nos ha estado surtiendo a todos con la misma abundancia de siempre, aún en el año que vivió con una mujer.
Cuando me da a tomar su semen, juego con el gancho para que me roce todas las paredes de mi boca y la lengua. En ocasiones, ya que se va a venir, me acomodo de tal forma que la punta del gancho (glande), apunte a mi garganta, donde recibo el cálido torrente que siento chocar justamente en las amígdalas, pero en otras, me lo pongo un poco delante de los dientes, así, los primeros chorros del rico ...