Vida perdida (o encontrada) 1 - Relatos Eróticos

Vida perdida (o encontrada) 1

... se colocó encima mío y me dijo al oído que no gritara porque sería peor, así que resignadamente acepté el castigo, me colocó boca abajo en la cama y comenzó a golpearme con el cinturón por varios minutos, yo perdí la cuenta, las lágrimas recorrían mi rostro, finalmente se cansó y me dejó descansar. A partir de ese día, él casi no me dirigía la palabra, la rutina continuaba, pero obviamente ya no iba mis clases de inglés y computación, me quedaba en casa esperandolo todo el día, cuando me penetraba lo hacía violentamente y me daba nalgadas, yo siempre tenía las nalgas rojas de tanto golpe que me daba, pensé que tenía que huir pero no sabía donde, estaba lejos de mi casa y además mis padres no me querían de vuelta, pasaron 15 días y Gustavo se fue calmando un poco, al menos ya me besaba y era menos violento al momento del sexo. Un sábado llegó borracho y mientras me tomaba en sus brazos me dijo:

"No te quiero hacer daño, pero no quiero que te comportes como una puta cualquiera"

Yo me por un momento sentí que lo amaba, pero cuando recordaba lo violento que había sido conmigo me daba rabia, los días pasaron y todo transcurría con normalidad, un domingo fuimos a la playa, era verano y hacía mucho calor, él se encontró con unos amigos y se puso a beber cerveza, yo me bañaba en el mar, y de pronto veo a un muchacho que me hace una seña desde la orilla, cuando me acerco lo reconocí y le di la mano, era Bernardo, primo de Miguel, yo alguna vez lo había visto a la salida de las ...

... clases.

-Como estás? Mi primo dice que dejaste de estudiar. -Me dijo Bernardo

-Si, ya no tengo tiempo. -le contesté.

-Miguel me conto lo que pasó con tu marido- me dijo entre sonrisas.

-No es mi marido, es mi papá- le mentí.

-Esa cara de marica avergonzada te delata- me dijo acercandose a mi oído.

-Creo que me voy, mi papá está por allá y ...-intenté irme pero él me tomó del brazo.

-Que pena porque tengo tantas ganas de que me la chupes- me dijo susurrando mientras notaba su bulto entre las piernas.

Bernardo era de 20 años, de cabello negro y medía 1.80, piel blanca que con el sol se le había puesto algo colorada. Su proposición removio el deseo dentro de mi y acepté, como vi que Gustavo estaba ocupado con sus amigos, yo fui al baño con Bernanrdo y nos encerramos en un cubículo apartado sigilosamente, mientras se la mamaba, su verga era delgada y rosadita pero larga, el sabor salado me excitó mucho, felizmente no tardó y eyaculó en mi boca. Cuidadosamente salimos del baño sin despertar sospechas (eso creía yo) y nos despedimos dandonos la mano.

-Otro día quiero probar tu culo- Me dijo Bernanrdo al oído.

Yo volví con Gustavo y él seguía bebiendo con sus amigos, yo me recosté en una toalla para dormir, solo me despertó sus fuertes carcajadas de uno de ellos:

-Hace un rato fui al baño y un maricón la estaba mamando...

-Esos maricones no le tienen miedo a nada, son peores que putas- dijo otro.

-Y más si son jóvenes, seguro que más de un macho ...