Vida perdida (o encontrada) 1 - Relatos Eróticos

Vida perdida (o encontrada) 1

... deben tener.

-Bien cornudos deben ser sus maridos.

Entre las risas, pude ver la cara seria de Gustavo, que me miraba anunciando lo que me pasaría al llegar a casa.

Al llegar a la casa y cerrar la puerta, Gustavo me jaló del cabello, llevándome a rastras hasta la habitación, en donde me dijo que me desnudara y me pusiese en cuatro sobre la cama.

-Por favor, yo no hice nada- le decía

-No soy ningún cojudo, y ya me tienes harto con tus puterías, ahora vas a aprender a la mala!- Me gritó.

Yo temblando y desnudo me puse en cuatro, y entre sollozos le repetía: "Perdoname". Sentí el primer golpe del cinturón sobre mis nalgas, fue muy fuerte que terminé recostado en la cama, pero Gustavo siguió con 4 golpes más y de pronto se detuvo.

-No mereces que te pegue, ni siquiera que te toque por lo maricón que eres, yo te ofrecí casa, comida, estudios y me lo pagas siendo tan puta...- me dijo mas calmado- Desde ahora dormirás en el sofá, hasta que encuentre una mejor solución.

-Por favor, pegame pero no me dejes, yo te quiero- le dije llorando

-Tú solo quieres las vergas.

Desde esa noche dormía en el sofá y no volvió a tocarme y apenas si me dirigía la palabra, pasó una semana y de noche volvió a la casa con unas bolsas que me las dio sin mayores ...

... explicaciones, cuando vi el contenido, me di cuenta que era ropa de mujer: minifaldas, calzones, brasieres, blusas, tacones y también maquillaje y una peluca pelirroja.

-¿Quieres que me vista de mujer?- me atrevi a preguntar.

-Ya que te comportas como puta debes vestirte como tal- me dijo seriamente.

-Pero yo no soy travestí.

-Te pones esa ropa que conseguí de un compañero del mercado que le vende ropa a las putas o te vas de aqui ahora mismo- sentenció

-Está bien- le dije resignado

-Pero depilate bien antes, y practica con los tacones, mañana hablamos- se fue al dormitorio y cerró la puerta.

Hice lo que me ordenó, a la mañana siguiente me vestí con una minifalda negra y una blusa rosada, debajo llevaba una tanga de encaje negro y un brasier blanco, me pinté los labios de rojo y me coloqué la peluca, los tacones felizmente eran bajos y podía controlarlos, así lo esperé a la hora del desayuno.

-Ahora si te vas pareciendo a la puta que eres, pero falta que aprendas a maquillarte mejor, en un rato iremos a ver a la peluquera y ella te ayudará, ayer hable con ella. -me dijo sonriendo.

-Me cambio y vamos- le dije

-Tú irás asi vestida puta.

Yo estaba aterrado, no solo estaba vestido como mujer, sino que ahora tendría que ir a la calle así.

Continuara