1. Pude cogerme a mi sobrino machito pero pobre a cambio de llenarlo de lujos, dinero y mujeres. Le deje su culo bien abierto.


    Fecha: 18/06/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: LadoSensible.Blogspot.com, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... mis envestidas, además de que los gemidos de mi sobrino no habían cesado ni un solo momento. Mi pelvis contra sus nalgas también producía un ruido muy rico. Las musculosas nalgas rebotaban muy bien mi cuerpo, logrando meter más profundo mi verga. Mi excitación era mayor al saber que era el primer hombre que se cogía a uno que nunca imagino ser penetrado por otro hombre. 
    
    Seguí así, cogiéndomelo de una forma brutal por varios minutos, creo que en esta pose duramos como media hora. Yo no quería detenerme, quería seguir cogiéndomelo así toda la noche. 
    
    Estaba sometiendo a mi sobrino, diciéndole que era mi puto, le daba cachetadas y escupía saliva en mis dedos para penetrarle la boca con ellos. Le decía lo mucho que me gustaba su culo y le apretaba su cabeza contra la cama. Ahora mi actitud sobre él ya no era tierna, era ruda, era salvaje. 
    
    Decidí que, si era mi puto, tenía que cogérmelo como tal, así que lo puse nuevamente en cuatro. En esa pose, volví a tomar mi verga y apuntar a su orificio, solo para penetrarlo con un fuerte golpe y continuar mi brutal invasión. Podía sentir como su esfínter palpitaba, como sus entrañas apretaban mi verga, como su cuerpo estaba caliente por adentro. Todo aquello me tenía como una bestia cogiendo a su víctima. Sus gemidos solo aumentaban mi furia, lejos de tener consideración con él, quería hacérselo más y más fuerte. Destruirle su culo. 
    
    Lo tomaba de sus hombros para tomar impulso y golpearlo más salvaje. Que mi verga entrará lo ...
    ... más profundo que se pudiera. Tomaba sus caderas y como un toro en brama le dejaba ir mi pelvis contra sus nalgas, paz, paz, paz, era el sonido que más se escuchaba. Tomaba mi celular algunos momentos para filmar como me cogía a mi sobrino, aunque la lap continuase grabando. Lo tomaba del pelo y le levantaba la cara justo a la cámara de mi lap. 
    
    Lo seguí cogiendo con la misma brutalidad toda esa tarde y parte de la noche. Pocas veces le vi él rostro a mi sobrino, pues su vergüenza lo hacia hundirla en la cama. Cuando lo veía, veía la cara de un hombre humillado, sobajado, dominado por otro y con muchos pensamientos de inseguridad y de duda. 
    
    Yo: —Así, así sobrino, así. Cómetela más, cómetela toda. Mira como tienes este culo, esta todo abierto. ¿Sientes cómo te la estoy metiendo? Que hombre tan mas varonil, que culo tan mas apretado. Ah, ah, ah, me encanta tu culo, mi amor. Je, je, je, ahora eres mi puto. Tienes la verga de otro hombre en tu culo. Ufff, que rico culito me estoy destruyendo. ¿así te cogías a tus viejas, verdad?—. 
    
    Cuando llegó el momento de dejarle mis hijos dentro de su culo, empecé a darle más y más rápido. Como si aquello fuese posible. Sacaba muy poco mi verga y se la volvía a meter. Si alguien me viese a la cara en ese momento, diría que tenía una expresión de inmenso placer, de lujuria, de deseo, de perversión, de maldad. Todo eso combinado al someter de esta forma a mi sobrino. 
    
    Me abrasé a su cuerpo sin dejar mi vaivén, casi recargando todo mi ...