UNA RICA EXPERIENCIA EN LA CHACRA - Relatos Eróticos

UNA RICA EXPERIENCIA EN LA CHACRA

UNA RICA EXPERIENCIA EN LA CHACRA

Estaba en una reunión con algunos amigos por el cumpleaños de uno de ellos. Nos veíamos después de un par de años, así que era necesaria una juerga “hasta las últimas consecuencias”.

La juerga duró hasta la mañana siguiente, en una discoteca de la Avenida Dolores, aquí en Arequipa. La avenida en cuestión es una calle larga de unas 4, 5 cuadras llenas de discotecas, bares, salsódromos, etc, etc, en dónde la juventud arequipeña sale a divertirse. Ya era domingo, plan de 7, 7 y pico de la mañana cuando salimos de un bar y nos despedimos cada uno de nosotros, prometiéndonos reuniones más a menudo. Yo estaba algo movido, por razones obvias, no borracho pero si movidazo. Despedí a un par de amigos que tomaron un taxi mientras yo devoraba un sándwich, con bastante picante para “parar” un poco la tranca.

Mientras devoraba mi sándwich decidí caminar un poco en dirección al centro, esperando despejarme un poco antes de tomar el taxi camino a mi casa. Iba caminando tranquilamente y recordando algunas escenas divertidas de la noche anterior. Estaba en mis cavilaciones y no me había percatado que a unos metros delante mío, iba caminando en mi misma dirección un negrote, de más o menos 1:80 de estatura, flaco, largo y algo desgarbado.

En realidad no me di cuenta hasta que él se paró frente a un árbol a orinar en plena avenida, y cuando yo me iba acercando, me di cuenta que me estaba mirando sonriente, es ahí cuando recién me percaté de su ...

... presencia y le presté un poco de atención a medida que caminaba y me acercaba a él. El negrote debió de intuir algo porque a medida que me acercaba el seguía meando pero comenzó a girar su cuerpo dirigiendo su verga en la dirección en la que yo venía. Y la verdad, lo que vi hizo que literalmente, dirigiera una mirada goloza a una preciosidad de verga, negra, larga, al ojo de unos 20 cms, y coronada con una cabeza en forma de arpón.

El negrote ya había terminado de mear, pero seguía sacudiendo lentamente esa belleza para que yo no perdiera ningún detalle. Cosa que obviamente no hice, pero estábamos en plena avenida! Cuando estuve a un par de metros del negrote, este, sin dejar de menear esa belleza me dijo: “Buenos días, preciosa, te gustaría un delicioso mañanero?”

Yo solo atiné a sonreír y pasar por detrás de él sin hacer ningún comentario. Al pasar yo, el negrote sonrió y me dijo: “Q pasa amor?, me vas a dejar en pindinga? “. Negro descarado pensé para mis adentros, pero ya me había picado el bicho. Casi inconscientemente comencé a menear sutilmente el culo al caminar, no podía hacer más pues estábamos en plena avenida y en pena luz del día. El negrote, viendo mi caminar, se animó a seguirme a unos metros detrás de mí, y como si fuera una hembrita comenzó a darme silbidos y piropos que empezaron a calentarme todo.

Recordé que a unos metros más allá, antes de llegar al puente, hay una callecita, tipo callejón que da a una chacra. Así que aceleré un poco el paso, y con la ...