Valeria, mi dulce flor
Fecha: 06/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
VALERIA, MI DULCE FLOR
Aquella tarde acudí al hipermercado a realizar la compra semanal. Llené mi carro con todo tipo de productos y caí en la cuenta de que necesitaba unos slips. Al llegar al pasillo de ropa interior solo había un chico que me sedujo desde el mismo momento que me fije en él. Era muy joven y vestía un pantalón corto que mostraba un culito fantástico y una camiseta sin mangas muy sexy. Se podía apreciar que no tenía apenas vello y, adornado con su media melena rubia y unas piernas largas y torneadas le daba un aspecto casi femenino.
Mientras miraba los slips no dejaba de observarle de reojo, él parecía nervioso por mi presencia y cogió un pack de slips y los introdujo en su carro, luego fue a la sección de lencería y me fije en que estaba mirando unas braguitas tanga. Disimulando metió dos en su carro, yo pensé que serian un regalo para su novia, pero sentí curiosidad y cuando cogio su carro le seguí disimulando. Llegó a la sección de ropa femenina y puso sus ojos en unos vestidos de algodón cortos de esos que usan las chicas para estar cómodas en casa, cogio uno de color rosa muy escotado y corto y lo echo al carro.
Mi mente se lleno de fantasías y mi verga reacciono con una erección y decidí seguirle. Se dirigió a la caja a pagar y me puse en la de al lado. Mientras sacaba mis cosas del carro no podía dejar de mirarle y aprecie cierta pluma en sus movimientos, lo cual me turbó aun más. En un momento, nuestras miradas se cruzaron por primera vez ...
... y en sus labios se dibujo una especie de sonrisa mientras nervioso, tiro la botella que sujetaba al suelo.
Una vez hubo pagado su compra, se dirigió a los aseos, yo, alentado por su sonrisa, decidí seguirle a cierta distancia y cuando entro en el baño pude apreciar que cogio una bolsa de su carro y se metió en un retrete privado. Me dispuse a orinar en silencio para poder escuchar y oí como bajaban sus pantalones, a continuación el ruido de una bolsa de plástico y, al minuto salio del reservado. Yo estaba orinando cuando se acerco al lavabo y mirándose al espejo se arreglo las cejas con los dedos y se paso la lengua por los labios como si se los hubiera pintado. En aquel momento, casi me orino en la cara.....
Al salir del aseo, se dirigió a información y se puso a charlar con la chica, yo ya sin ningún disimulo me acerque a ver que decía y de aquellos dulces labios salio una melodiosa y femenina voz pidiendo que le llamaran un taxi.
Al alejarse del puesto de información, me arme de valor y le dije:
- ¿Estas esperando un taxi?
-¡ Si! Me dijo él.
Me sonrió y declino mi invitación pues era un desconocido para él a lo que le mostré mi placa de policía y le dije que confiara en mi, que solo le llevaría.
Nos dirigimos al parking charlando. Me dijo que se llamaba Ángel y a donde tenia que llevarle, que era muy amable por mi parte acercarle y así se ahorraría el taxi. Yo le dije que me llamaba Mario y que me era un placer acercarle.
Una vez en el coche nos ...