1. Valeria, mi dulce flor


    Fecha: 06/12/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... torso enredándolas de vez en cuando con mi vello. La sinfonía se completaba con suaves besos en mi abdomen y mis manos resbalando por su cabello hasta que llego al cierre de mi pantalón, lo desabotono mientras sus ojos miraban hacia arriba buscando los míos. La sonrisa iluminó su cara cuando los pantalones bajaron a lo largo de mis piernas.
    
    Me agarró por las nalgas mientras olisqueaba la punta de mi polla. Aleatoriamente me besaba entre los muslos, mi abdomen y volvía a oler mi polla mientras sus manos no dejaban de sobarme el culo. Mis manos apretaban su cabeza con el fin de que me la chupara, pero ella quería disfrutar el momento, prometiéndome que teníamos todo el tiempo del mundo.
    
    Un rato después, sacó su lengua y lamió la punta de mi pene, siguió deslizando su lengua en línea recta por todo mi abdomen, mi pecho, mi cuello... hasta llegar a mi boca fundiéndonos en mil besos. ¡Dios! Aun no me había tocado la polla y ya era totalmente suyo. Valeria era la criatura más lujuriosa que había conocido y era solo el principio.
    
    Levante mis pies para despojarme de los pantalones y me dijo.
    
    La cogi en brazos y la lleve hasta su habitación, la tumbe y la admire, aun estaba totalmente vestida... Se incorporo y me quito la camisa acariciándome suavemente la espalda y aspirando todo el aroma de mi piel.
    
    Estaba de rodillas en la cama y solo me quedaban los slips, pero, en un momento, Valeria se encargo de quitármelos después de jugar con sus dientes con ellos y ...
    ... arrancándomelos de un bocado.
    
    Los dos de rodillas sobre la cama nos abrazamos con las manos acariciando todos los rincones de nuestra piel, Valeria decidió morderme los pezones delicadamente antes de bajar besándome todo el pecho hasta que sus labios llegaron a la punta de mi verga, dándola varios besos y lengüetazas que a mí me ponían a mil. Cuando a ella la pareció, continuo besando toda la longitud de mi pija hasta llegar a mis huevos, los cuales chupaba como si fueran caramelos.
    
    Fue decirla eso y se introdujo de un golpe toda mi polla en su boca, me agarró por el culo y me atraía hacia ella rápidamente, mientras mi polla entraba en sus labios rojo fuego buscando el mayor placer existente. Mis caderas bombeaban a un ritmo infernal hasta que note en mi la llegada de la corrida. Todo mi cuerpo empezó a temblar cuando mi leche broto en la boca de mi diosa.
    
    Agarrada a mi culo, Valeria tragaba con lujuria mi leche. Solté tanta cantidad que no se pudo tragar toda y se la salía por la comisura de sus labios, casi desmayado por el placer, me tumbe en la cama para reponerme, pero Valeria se tumbo junto a mí y mientras me acariciaba la polla con sus manos acerco sus labios a los míos para entregarnos en un sinfín de besos para compartir la leche que no había podido tragar.
    
    Una vez la limpie con mi lengua toda la leche que resbalaba por su cara, Valeria se incorporo poniéndose de rodillas sobre mi polla. Agarro su vestido por la falda y se lo quitó. Si vestida era preciosa, su ...