El mejor mes de mi vida.
Fecha: 07/12/2017,
Categorías:
Transexuales
Autor: erikatv, Fuente: RelatosEróticos
... bajé del sofá y me arrodillé frente a él, para poder chupársela con más comodidad, y poder tragármela toda. Si bien no son muchos los hombres que han pasado por mi vida, los que he tenido me han puesto a chupar bastante verga, y gracias a eso creo que lo hago bastante bien, ya que soy capaz de metérmela toda hasta la garganta. Él estaba fascinado con mis mamadas profundas, podía oír sus suspiros y su respiración agitada, y me agarraba la cabeza para que se la chupara bien duro. Seguí chupándoselo un buen rato, parando a momentos para chuparle también los testículos, y de repente me lo metió en la boca con fuerza, y pude sentir como llenaba mi boca con su semen. Me lo tragué todo con gusto, esforzándome porque no se perdiera nada y dejarlo bien limpio.
-Uff… Esa es la mejor mamada que me han dado en la vida, tienes una garganta profunda. No te creo que el mío seas el primer pene que chupas.
-Sí, si lo es –dije fingiéndome un poco indignada, para seguir con mi mentira de que era novata-. Es que he practicado mucho con el consolador, fantaseando con el momento de hacerlo con un pene de verdad.
-No sé si creerte, pero igual no me importa… Oye… ¿y qué otras cosas has hecho con el consolador?
-Muchas cosas malas… Soy una chica muy traviesa –dije sin poder evitar sonrojarme un poco-. ¿Quieres averiguar?
-Claro mami. Hoy te voy a quitar esa virginidad anal, si es que es verdad que todavía eres virgen.
Como respuesta me levanté del piso y volví al sofá, pero esta ...
... vez no me senté sino que me puse a cuatro patas, con mi trasero hacia él, levantándome un poco la falda. Él se acercó y terminó de levantarla, y pude sentir sus manos acariciar mis nalgas.
-Que rico trasero tienes mami, ¿me lo das?
-Es todo tuyo papi, para que hagas lo que quieras. Pero antes tienes que hacer algo por mí…
-¿Qué?
-Méteme la lengua en mi rajita. Quiero que me hagas sexo oral como si fuera una mujer.
-Claro mamacita, igual te lo pensaba hacer.
Y sin decir más pude sentir como me bajaba la tanga rosada de encaje y metía su cara entre mis nalgas. Un instante después empezó a lamer mi agujerito, y luego empezó a meter su lengua en mi ano. Yo me sentía en el cielo, totalmente loca de placer. Unos minutos después saco su lengua y empezó a meterme un dedo, mientras me decía:
-Que culito más rico tienes mamacita, todo caliente y apretadito. Es mejor que cualquier chocha que me haya comido, me muero de ganas de rompértelo.
Yo estiré una mano, para coger un pequeño tarro de lubricante que había guardado en un bolso de mujer rosado, que hacía juego con mi ropa, que había puesto en la mesa al lado del sofá, y se lo pasé diciéndole:
-Ya no me aguanto más papi, métemelo todo.
Me untó el lubricante con el mismo dedo que me había estado metiendo, y luego se aplicó un poco en la cabeza de su verga. Luego la apoyó contra mi agujerito, y empezó a presionar lentamente, pero con firmeza. Yo me “consolaba” con regularidad, así que no esperaba que tuviera ...