1. El mejor mes de mi vida.


    Fecha: 07/12/2017, Categorías: Transexuales Autor: erikatv, Fuente: RelatosEróticos

    ... inmediato a mi beso, y me abrazó con mucha fuerza por la cintura. Estuvimos unos cuantos minutos así, besándonos, y luego nos separamos.
    
    -¡Guau! Te vez increíble -me dijo comiéndome con la mirada-, casi no te reconozco. Te ves como toda una mujer… -Estuvo a punto de llamarme por mi nombre de hombre; pero por suerte se arrepintió y me preguntó: Oye… ¿Cómo debo llamarte?
    
    -Erika –le dije poniendo la voz más femenina que pude-, cuando estoy así me siento totalmente mujer, y me llamó Erika.
    
    -Entonces sí te habías vestido antes.
    
    -Sí, me gusta vestirme de mujer en secreto, pero nadie lo sabe –le dije intentando aparentar estar avergonzada, para seguir con mi juego de la inocencia, aunque la verdad sí estaba un poco nerviosa-. Tú eres el primero que me ve así, por favor no le digas a nadie.
    
    -No te preocupes, será nuestro secreto. –y volvió a besarme con mucha pasión.
    
    Después de un instante volví a separarme, y lo tome de la mano para llevarlo al sofá. Me senté a su lado y serví un par de copas de vino que había dejado listas en la mesa de centro.
    
    -Para tranquilizarnos un poco –le dije con una sonrisa.
    
    -¿Estas nerviosa Erika?
    
    -Sí, un poco -y está vez decía la verdad, empezaba a sentir miedo al darme cuenta de lo lejos que había llegado-. Pero no te preocupes, con el vino se me pasará.
    
    Conversamos durante un rato, besándonos de tanto en tanto, y gracias al vino, y que me trataba realmente como una mujer, empecé a desinhibirme. Poco a poco fue subiendo la ...
    ... temperatura y los besos eran cada vez más apasionados, mientras sus manos acariciaban mis piernas cada vez con más ganas. Yo miraba de reojo y podía ver el bulto en su pantalón, cada vez más grande, y me sentía dispuesta a todo. Finalmente me dejé llevar y puse mi mano sobre bulto, y empecé a frotárselo con ganas, el suspiro de placer, y empezó a meter cada vez más su lengua en mi boca.
    
    Había intentado hacer las cosas con calma, porque no quería pasar por puta regalada (al menos no todavía); pero en ese momento dejó de importarme el qué dirán. Si dejar de besarlo desabroché su pantalón y saqué un delicioso pedazo de carne caliente y dura. No era enorme, pero sí lo suficientemente grande (unos 16 o 17 cm) como para impresionarme, además era grueso, y estaba duro como una piedra. Lo pajeaba suavemente mientras nos besábamos, hasta que él se me dijo suavemente al oído:
    
    -No seas mala mamacita, y chúpamelo de una vez.
    
    -Si papi, lo que tú quieras.
    
    Siempre me ha parecido un tanto de mal gusto esas parejas que se hablan de “papi” y de “mami”, pero en ese momento me encantó como sonaban las palabras. Me hacían sentir que era su hembra y que él era mi macho. Así que me doble un poco, (seguía sentada a su lado en el sofá) y me llevé su rica verga a la boca. Me encantó volver a sentir el sabor de una verga, y me dejé llevar por la excitación. Empecé besándola y lamiéndosela, para luego empezar a chuparle sólo la cabeza e ir tragándomela poco a poco.
    
    Después de un rato me ...
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