1. La playa en el Nordeste brasileño


    Fecha: 07/12/2017, Categorías: Anal Sexo con Maduras Hardcore, Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... temblar y sentí que varios orgasmos consecutivos recorrían desde mi concha hasta mi cabeza.Grité como loca y anudé mis largas piernas en la cintura de ese chico, para que su pija no se saliera de mi concha y que pudiera seguir bombeándome todavía más y más.Mis orgasmos fueron demasiado para ese chico y enseguida él acabó gruñendo, llenándome la vagina con semen caliente.Se salió de mí y me abalancé sobre él para lamerle la pija y devolverla a la vida otra vez. Mi lengua pronto hizo un buen trabajo; ya que el pibe enseguida estaba otra vez listo para seguir.Esta vez lo monté yo. Lo cabalgué por un buen rato, mientras de reojo miraba a esos dos pescadores masturbándose por mi causa.El chico esta vez duró todavía menos. En menos de cinco minutos abrió la boca, me aferró por las tetas; dejó escapar un rugido imponente y me llenó otra vez la concha con su semen hirviente.Nos quedamos unos minutos los dos quietos; le di unos besos bien húmedos y desmonté de su verga ya no tan endurecida.Guardé mi bikini en la bolsa, me puse el pareo y me despedí de mi flamante juvenil amante. Quedamos en que nos encontraríamos otra vez a la noche…Tomé por el costado de la duna buscando un atajo. Muy pronto me di cuenta que esos dos hombres me estaban siguiendo. No sentí miedo; si me alcanzaban, iba a poder terminar de sacarme mi propia calentura; ya que mi joven amante me había dejado un poco con las ganas.Entonces giré en redondo y caminé hacia ellos. No parecieron sorprenderse; sino que ambos ...
    ... sonrieron mientras miraban mis tetas expuestas. Yo parecía haber perdido la cordura y los instintos sexuales manejaban mi cabeza y mi concha al mismo tiempo…Me aproximé a ellos contorneando mis caderas; pero en el último paso volví a girar como si estuviera intentando escapar. Uno de ellos estiró su brazo y su ruda mano desprendió mi pareo; dejándome totalmente desnuda.Los dos se abalanzaron sobre mi cuerpo y me voltearon sobre la arena. Enseguida se quitaron los pantalones y pude ver esas dos vergas enormes que ya habían sido bien toqueteadas mientras yo cogía en la duna.Sin decir nada, saqué mi lengua y empecé a lamer esas dos vergas, alternándolas para que ocuparan bien mi boca.Las sorbí con deseo, mientras sentí que mi vagina volvía a humedecerse. Pronto ambas vergas estaban durísimas…Me arrasaron hasta una pequeña cabaña cerca de la playa.El mayor de los dos quería cogerme sin perder más tiempo.Me tendió boca arriba sobre unas redes de pesca amontonadas y abrió mis piernas. Enseguida me empaló hasta el fondo con su pija tiesa y me hizo aullar de dolor, porque era bastante gruesa. Me bombeó como un poseído, sin importarle mis gritos de dolor.Terminé gozando como una buena perra; ya que pronto el dolor se convirtió en placer. El viejo entraba y salía de mi cuerpo a un ritmo enloquecedor; mi concha dilatada y enrojecida resistía sus embates bastante bien, por estar muy lubricada…Acabamos los dos entre gemidos; el viejo cayó a un costado tratando de recuperar la respiración y ...