1. La playa en el Nordeste brasileño


    Fecha: 07/12/2017, Categorías: Anal Sexo con Maduras Hardcore, Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... su compañero se acercó a mí. Me hizo poner boca abajo, en cuatro sobre esas redes.Imaginando lo peor, lo miré y le pedí que no me la metiera por el culo; era muy, muy grande. El hombre sonrió y se prendió de mis caderas, diciéndome que a él le gustaba por el culo…En mi bolso tenía un frasco de aceite lubricante; así que con eso le embadurné la punta de esa tremenda verga y la entrada de mi estrecho trasero. Me puse otra vez en esa posición sumisa y le rogué que, antes de cogerme con esa verga, me dilatara un poco el ano con su dedo.Así lo hizo; embadurnó también su dedo con aceite y me lo clavó hasta el fondo de mi estrecho ano, haciéndome ver las estrellas.Era un dedo bastante áspero y muy grueso; el tipo empezó a jugar dentro de mi apretado culo, entrando y saliendo a un buen ritmo.Levanté bien mi cola, separando las nalgas con mis manos. Sentí la presión en mi muy cerrado esfínter, cerré los ojos y apreté los dientes al notar esa gruesa punta intentando empujar duro para penetrar en mi pobre ano; que estaba bastante cerrado, ya que mi adorado esposo no lo había penetrado en varios meses…El hombre insistió, aferrándose de mis caderas con firmeza y empujando siempre duro y sin echarse nunca atrás.De repente tuve un orgasmo; uno brutal, que me sacó el aire mientras lo gritaba a todo pulmón. Entonces mis músculos anales se relajaron y esa verga gruesa invadió por completo mi pobre ...
    ... ano.Los resoplidos salvajes de ese hombre en mi nuca me excitaban mucho, al punto de tener casi enseguida un segundo orgasmo; más intenso que el anterior. El culo me ardía un poco, pero ya no me dolía: mientras sentía esa pija endurecida que entraba y salía ya con toda facilidad.El hombre siguió resoplando por un buen rato; hasta que me aferró con sus garras y se vació dentro de mi ahora bien dilatado ano.Sentía que mi culo estaba destrozado; me ardía mucho; pero también sentía placer de haber sentido esa estaca perforándome.Pensé que ya estaba lista para regresar a la casa que ocupaba con Helena, pero me equivocaba. El viejo estaba preparándose para una segunda vuelta, esta vez también quería probar mi otro orificio, aunque ya no estuviera tan apretado.Así que volví a ponerme en cuatro y a apretar los dientes.Entre los dos se turnaron para cogerme hasta pasado el mediodía; cuando suspendieron todo y me dijeron que se iban a almorzar.A duras penas pude ponerme de pie; mis piernas realmente no me respondían. Me dolía todo el cuerpo; el culo me ardía y sentía el semen de esos dos machos viriles deslizándose entre mis muslos.Al llegar a la pequeña casa, escuché los inconfundibles gemidos de Helena a través de una ventana entornada. La muy turra estaba cogiendo, porque no se oía como si estuviera masturbándose…Entonces miré alrededor y pensé que en esa pequeña aldea había más de dos pescadores... 
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