1. Fin de semana de camping con mi vecino en la playa 2.


    Fecha: 05/07/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... la toalla al suelo y poder tumbarme a tomar un poco el sol, pero el muy hijo de puta, venía pegado como una lapa a mí, metiéndome mano. 
    
       Tienes un culito que está pidiendo a gritos ser follado, me decía sin dejar de manosearlo, mientras yo trataba de colocar la toalla sobre el césped tumbándome un poco al sol.
    
       Cuando por fin logré tumbarme sobre la toalla, el cabronazo del viejo aquel, hizo lo mismo que yo, colocó su toalla pegada a la mía, tumbándose al igual que lo había hecho yo. 
    
       Estaba claro que aquel cabronazo no iba a dejarme tomar el sol en paz, no iba a parar de meterme mano hasta tenerme bien excitado y caliente, haciendo que le entregase el culo. 
    
       Y así fue, mientras yo estaba tumbado boca abajo, no dejó de acariciarme los glúteos y piernas, hasta llegó a meterme un dedo en el culo. 
    
       Te gusta que te abran el culito, ¿eh maricón? 
       Mira como se abre y traga todo mi dedo, me decía mientras metía y sacaba el dedo de mi culo.
    
       Así me tuvo durante un buen rato, hasta que, cansado de meterme mano, se echó encima de mi espalda, empezando a morderme las orejas y nuca.
    
       Eres una putita muy sexi, mmm, que rica estás, susurraba mordiéndome la nuca y oreja tumbado sobre mi espalda. 
    
       Quiero preñarte este culito tan sexi que tienes, maricón. 
       Voy a abrirte de piernas y hacerte mío para que goces con mi polla dentro tuya, ya verás cómo te voy a hacer gozar y gemir, susurraba sin dejar de morderme la nuca y oreja. 
    
       El ...
    ... muy cabrón ya me tenía bien excitado, me tenía caliente a tope, notaba sus genitales y verga pegados a mi culo, y aquellos mordiscos que me daba en la nuca y oreja, me estaban volviendo loco. Cada vez que mordía mi nuca, yo suspiraba de placer tratando de encogerme, pero lo que hacía era levantar mi culito al tratar de encogerme. Esto al cabrón le estaba gustando, ya que cada vez que levantaba el culo, este se restregaba contra sus genitales y polla.
    
    Uy maricón, tienes ganas, ¿eh? Quieres entregarme tu culito, ¿verdad? 
    
       Yo no contestaba nada, pero no paraba de ronronear y restregar mi culito contra sus genitales y polla. El muy cabrón aquel me estaba poniendo caliente a tope con aquellos mordiscos que me daba en la nuca y oreja.
    
      Teniéndome así tumbado boca abajo y él encima mía, mientras me mordía la nuca, fue abriéndome de piernas. Una vez consiguió tenerme bien abierto de piernas, ayudándose con su mano, colocó su polla en la entrada de mi ano, y mientras me ordenaba que levantara el culito, empezó a introducirme su verga en el culo.
    
       Así putita así, dame tu culito y deja que te preñe. Anda levanta un poco el culito y déjame entrar en ti.
    
       Haciendo lo que me pedía, levanté un poco el culo, notando como su verga iba entrando en mí.
    
       ¡Ohhh! ¡ooohhh ohhh! Gemía notando como aquella larga verga del viejo se iba introduciendo en mí.
    
       Así maricón así, dame tu culito que lo estás deseando, me decía introduciéndome su polla en el culo.
    
       ¡Ohhh ...
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