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El cuñado (Parte 1)
Fecha: 08/12/2017, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues
... apretó por sobre la tela del short. De pronto la sentí escarbar entre el elástico con la intención de entrar. Me removí dubitativo. -Necesito que te relajes –dijo en mi nuca-. Es muy importante que te quedes quieto y relajado. -¿Qué vas a hacer? –pregunté inocente. -Sólo confía en mí-. -Pero…-. -Diego –susurró en mi nuca de esa forma sexy-autoritaria-suplicante-masculina-, hazme caso. ¿Confías en mí? Sabes que yo te quiero mucho y jamás te haría algo malo, ¿verdad? -Sí –mi corazón palpitó de forma irregular cuando dijo que me quería. Sentí que mi pecho se inflaba y mis mejillas se coloreaban. -Entonces quédate tranquilo –su mano se metió dentro de mis calzoncillos y tocó mi piel desnuda con firmeza-. Te prometo que te gustará. No me atreví a contradecirle. Confiaba ciegamente en él, y sabía que no me haría nada malo. Además de que me derretí al sentir sus fuertes dedos hurgando en esa parte de mi cuerpo. Se sentía mejor de lo que se sentía cuando me tocaba por sobre la ropa. Cerré los ojos y me dejé hacer. Sólo me concentré en disfrutar y dejar todo en sus manos. Su brazo me rodeó la cadera y se posó en el botón de mi short. Sentí calor en esa zona tan próxima a mi verga. Me desabrochó el short y tiró de él hasta dejarlo a la altura de mi muslo. Acarició amablemente mis testículos y pene, para luego volver a atrás. Gemí. Se incorporó para estar más cerca de mi culo. Escuché que maldijo en silencio, para luego relamerse los labios. Sus manos jugaban con mis nalgas, abriendo y ...
... cerrándolas, dejándome sentir el fresco aire marino en tan cálido y recóndito lugar. No había suavidad en sus movimientos. Sino más bien ansiedad. Casi podía sentir que se estaba conteniendo por hacer algo más arriesgado. Podía notar como luchaba con esas ganas, y se traducía en la fuerza y la violencia con la que manipulaba mi culo. Pero me gustaba. Me hacía gemir, y mi cuerpo entero temblaba de gusto. Besó cada nalga y lamió todo el surco desde mi coxis hasta mis pequeños testículos. Mi boca se abrió casi dejando escapar baba. Simplemente fue alucinante. Luego sacó algo del bolsillo. Eran dos extraños elementos. Uno parecía ser un envase de algún tipo de crema. El otro era una especie de elemento cónico de color oscuro y brillante. Empezaba en punta, y a medida que bajaba se iba haciendo más grueso, terminando en un pequeño surco cilíndrico que daba a una base plana. Parecía ser un árbol de pascua, sólo que liso y de goma. -¿Qué es todo eso? –pregunté. -Digamos que los lentes de sol no eran mi prioridad cuando fui a la habitación –sonrió de forma traviesa-. Esto ayudará a que lo que tengo planeado no te dañe tanto. -¿Tanto? –tragué con miedo. -Relájate. He hecho esto muchas veces –dijo mientras abría el envase y extraía un líquido viscoso y transparente-. No te mentiré: va a doler. Pero te prometo que te encantará. -¿Ah sí? –pregunté cada vez menos seguro. Se acercó y me dio un beso. Mi primer beso. No supe qué hacer. Simplemente abrí ligeramente mi boca y lo dejé entrar. ...