Experiencia religiosa - lujuriosa quinceañera y sacerdote. - Relatos Eróticos

Experiencia religiosa - lujuriosa quinceañera y sacerdote.

Hola, mi nombre es María y hace una semana tuve mi primer encuentro sexual con mi vecino de toda la vida, de 22 años, Esteban. ( Relato anterior: Romance de vecindad - Primera vez colegiala con vecino mayorcito 2) Con quien solo tuve sexo oral y anal, para no romper mi himen. Solo vivo con mi abuelita y ella es muy catolica, así que solo dejaré que me penetren vaginalmente luego del matrimonio.

Hace poco cumplí mis quince, y decidí convertirme en mujer sin dejar mi devoción de lado. Soy morena, flaquita, de 1.59 de altura, tetas gorditas y puntiagudas con pezones muy oscuros, y un culito redondo delicioso. Sé que soy atractiva sexualmente y que puedo tener sexo con quien quiera.

Vivo en una vecindad. Estábamos una tarde de domingo con mi amiga Alejandra, quien es becada en la facultad de artes, en la pieza que alquilamos con mi abuela en la ciudad de San fernando. 

Ese día amanecí muy cachonda con ganas de más. Así que no dude de contarle a Ale todo lo que hice con Esteban detalle por detalle. Ella era una mujer muy comprensiva, y es feminista. No me juzgo cuando le comenté que Esteban había estimulado mi ano para poder cagar frente de él y luego limpiarlo con su lengua. Al contrario Alejandra me dijo que era una excelente jugada y que: mi cuerpo mi decisión. Podía romper mi himen en el momento que quisiera, como podía conservarlo para un momento especial y que me rompan el orto (tan rico).

Alejandra y yo somos como hermanas, crecimos juntas, y somos muy ...

... similares físicamente. Ella mide 1.52, es afroamericana y tiene el cabello afro y y circular como en los 80. Somos tan parecidas que compartimos todo tipo de ropas, desde el sostén y el pantalón.

Después de contarle toda mi experiencia con Esteban, y que al fin era una más del grupo, Ale decide confesarme su experiencia del mejor sexo que tuvo en su vida.

Ale hace 1 año presentó una denuncia en contra del párroco de nuestra iglesia, el padre samudio. Un hombre de 50 años, panzon, con gafas y una entrada pronunciada. Es el mismo sacerdote que nos bautizo, comungó y orientó toda nuestra vida dentro de la pastoral juvenil.

Abrace a Ale porque creí que era un momento difícil para ella. Lo que venía a continuación no me lo esperaba.

La mejor experiencia sexual de Ale fue con el padre samudio. Ella me pidió que guardará el secreto, y se lo prometí. Siguió contándome que después del cavevi, ella hacia quehaceres de la iglesia que involucraban al padrecito. Y que una vez en la organización a un viaje de retiro a la playa, el padre samudio parado frente a ella muy cerca, en su oficina detrás del sagrario, le comentá que ha crecido mucho. Ale se sintió muy halagada, y jugo un poco con su cabello. El padre estiró su mano suavemente esperando el consentimiento de mi amiga de 15 años, quien lo miraba a los ojos sin decir nada. Me comentó que no sabía como sentirse, nunca antes había salido con un hombre tan mayor. Pero que la invadía la curiosidad de sentir el calor del padre. Así que ...