Un cuarteto de ataque - Relatos Eróticos

Un cuarteto de ataque

... levantándosela le lambí desde las huevas hasta la punta me la introduje a la boca, pero solo pude meterme todo el glande y algo de su tronco, le volví a lamber la entrada de su escroto, por donde le brotaban sus líquidos seminales y volví a metérmela en la boca, dándole besitos.

-Qué rica verga tienes papacito guau si me vas a matar del placer.

Volvía y se la mamaba. Mis gemidos se volvieron gritos, mi cuquita empezó a botar demasiados líquidos. Estaba como enloquecida, me pare y fui a besar a mi esposo, a quien le agarre la verga por encima de la pantaloneta y efectivamente la tenía también parada, al regresar trate de calmarme y me tome casi toda la cerveza de una, respire hondo mi corazón latía con más fuerza lo sentía y me dio un poquitín de susto, por eso también me calme y deje de pensar en eso busque el horizonte ver el mar y escuchar el oleaje. Al rato ya estaba más tranquila Alcira seguía hablando con Santiago y yo pues me le senté al lado de Abelardo por un momento, pero volví a donde mi esposo a sacar otra cerveza, me senté en sus piernas mientras que hablaban con Javier, quien estaba manejando el bote. Estuve unos minutos con ellos dos y mi esposo viéndome lo ansiosa que estaba me dice:

-Anda mi amor ve a disfrutar de tus amigos, para eso hemos venido, diviértete con lo que más te gusta hacer, quiero verte gozar anda.

Yo me dirigí entonces a la punta del bote y vi a Alcira que arrodillada le mamaba la verga a Santiago quien parado se sostenía de ...

... unas barandas plateadas que sobresalían del bote, Abelardo sentado en el piso recostado contra la ventana del camarote fumaba un cigarrillo, me le senté al lado y agarrándole su vergota con ambas manos se la volví a levantar ya que se encontraba flácida por el poco trabajo que tenía, mi lengua lambia su tronco por todo sus lados acariciaba sus testículos y se los chupaba, volvía a su punta y me la metía en la boca sintiendo su carnosidad por mis labios me rozaba el paladar mientras él me dedeaba mi cuquita, así estuve casi 20 minutos luego él se dedicó a chupármela, su lengua me la introducía por mis paredes lambiéndola y luego frotaba mi clítoris, mi humedad era evidente ya que lo veía sorbiendo mis jugos continuamente, mientras tanto Alcira era penetrada por Santiago quienes seguían parados, ella de espaldas a él medio agachada levantando su trasero para una mejor penetración.

-Vamos papacito clávame ya tu verga la quiero dentro de mí, vamos quiero sentirla toda.

-Listo mamacita abre esas piernas que te voy a culear como nadie te lo ha hecho.

Y montándoseme encima agarro su verga y me la coloco en la entrada de mi cuquita, pero no la metió de una sino que me la froto por unos segundos y suavemente me la introdujo yo abría mis piernas para que lograra entrar toda, sentí todo mi cuerpo vibrar, otra vez mi corazón palpitaba con más fuerza y el la saco nuevamente y volvió a metérmela continuamente aumentando con cada envestida hasta que mis gritos de placer opacaban el ...