LA TRAICION
Fecha: 14/12/2017,
Categorías:
Intercambios
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
LA TRAICION Nos situamos a fines del dos mil diez, Sofi, mi hija mayor terminaba sus estudios primarios y los padres nos habíamos dedicado a organizar su viaje de estudios, en estos lados se acostumbra llevar a todos los chicos a un viaje de despedida, como premio a sus primeros años de enseñanza. El viaje es típico, hay dos o tres empresas que se dedican de lleno a estas cosas, viaje ida y vuelta en bus, excursiones, alojamiento, comidas, o sea, todo lo que hiciera falta para pasar un momento inolvidable. Como estamos hablando de niños promedio de once años, la empresa nos daba un pasaje para adulto por cada diez escolares, esos padres debían hacer las veces de tutores y estar al cuidado por cualquier contratiempo que pudiera ocurrir, alguna enfermedad, algún accidente, algún problema, como así también ser los que tuvieran ojo crítico para que la empresa cumpliera todo lo pactado. Los tres viajes para mayores otorgados serían repartidos por votación de los niños, pero excepcionalmente nos ofrecieron a Matías, mi esposo, o a mi uno de los lugares, es que los otros padres sabían de los problemas crónicos de asma que sufre nuestra pequeña Sofía y cuán importante era que alguno de nosotros estuviese siempre cerca. Mi marido y yo entonces discutimos quien de los dos haría el viaje y concluimos que fuera yo la elegida puesto que él tenía responsabilidades impostergables en el trabajo y mi suegra estaría al cuidado de mis otros dos niños más pequeños, recuerdo sus palabras: Andá ...
... mi amor, trabajas mucho en casa y necesitas descansar un poco, disfrutá vos también, nosotros nos arreglaremos sin vos, es una semana… además, quién puede cuidar a Sofi mejor que vos? Así fue que preparé doble equipaje y vivimos con expectativa esos días previos. El Sábado Matías nos llevó en auto hasta la estación de ómnibus, la despedida fue muy nostálgica, tenía los ojos llenos de lágrimas, temía extrañarlos demasiado, a él y a los niños más pequeños. Nos despedimos con las narices pegadas al vidrio de la ventanilla, le decía a Sofi que saludara al resto de la familia, sería solo una semana, pero es difícil separarse de los afectos. El imponente micro se meció lentamente, estábamos en movimiento y en unos segundos vimos desaparecer al resto de la familia que saludaba efusivamente como así también a todos los padres de los demás pequeños. Pronto descubriría la locura de los jóvenes, la alegría y entusiasmo les brotaba por los poros, gritaban, reían, no se quedaban quietos, tenían suficiente adrenalina para hacer explotar el mundo. También caería en la cuenta que era la única mujer entre los mayores, había dos padres, el coordinador de la excursión y dos choferes que se turnaban al mando. Voy a centrarme en los choferes, ‘el colo’ un pelirrojo pecoso de ojos claros, cabello cortito, pasado a máquina, delgado, de unos treinta años, más o menos como yo, y ‘bigote’ un tipo grandote, moreno de ojos oscuros, cerca de los cincuenta y unos enormes bigotes, de una llamativa caja ...