1. LA TRAICION


    Fecha: 14/12/2017, Categorías: Intercambios Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... torácica quien parecía llevar el mando. Y yo no tenía segundas intenciones en este viaje porque estaba y estoy muy enamorada de mi marido, pero bigote era mi tipo de hombre, tenía ese perfil de mexicano machote, de manos grandes y fuertes y sobre todo, me gustaba cuando un hombre llevaba el control. Por último, que una mujer mire a otro hombre no es pecado, es natural, pero que pasa cuando ese hombre empieza a seducir y a provocar? Y eso fue lo que pasó, bigote no perdió tiempo y en la primera de cambio comenzó a charlarme, a decirme cosas dulces y ricas, haciendo una guerra de trincheras en la que poco a poco fue venciendo mis resistencias, el colo también trataba de hacerlo, pero le faltaba diálogo y además no era mi tipo. Así en cada ocasión, cada momento, cada oportunidad él estaba discretamente a mi lado, me fue enredando en su tela araña y mis repetidos ‘no’ eran cada vez más débiles. Él me decía ‘que linda leona’ haciendo referencia a mi abultada cabellera dorada, me gusta usar el pelo batido y lo más largo posible, evidentemente él sabía dónde pegar. Los días fueron pasando y en la última jornada, cuando nadie lo notó puso una nota en mi mano, la misma decía: ‘mi leona, esta noche es la última noche, el colo no estará en el cuarto, te espero con un frío champagne, estaré despierto, sea la hora que sea’ Vaya propuesta, nunca había sido infiel, no pensaba serlo, pero ese hombre me podía y cuando tendría otra oportunidad como esta?, no quería hacer algo de lo que me ...
    ... arrepintiera toda la vida, pero tampoco quería arrepentirme de no haber dejado pasar la oportunidad. Después de cenar, fui al cuarto, la respuesta era ‘no’, acomodé a las dos pequeñas que compartían la habitación conmigo en sus camas para luego ir a la mía dispuesta a dormir, comencé a dar vueltas y vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, la imagen del chofer estaba en mi mente, cambié de planes. Sigilosamente me incorporé asegurándome que las niñas dormían, acomodé mi cabello y asomé la nariz al pasillo, silencio sepulcral, caminé descalza por la mullida alfombra, apenas con mi baby-doll fucsia para llegar al dormitorio de bigote, tantee el picaportes y la puerta se abrió, él estaba esperándome como había escrito, mirando la televisión, al verme exclamó Sabía que vendrías mi Leona, conozco a las mujeres como tu apenas las veo… Intentó ir al frigo bar pero me abalancé sobre él, como poseída me colgué de su cuello rodeándolo con las piernas, sus manos me sostuvieron por mis muslos y por mis nalgas, estaba caliente, húmeda por su culpa, lo besé con ardor, sus bigotes me hacían cosquillas, mi lengua penetró su boca y se cruzó con la suya, los brazos de ese oso me sostenían con fuerza, me levantó aún más en el aire dejando mis pechos a la altura de sus labios, besó la tela rasada que los cubría, me embriagaba en placer, me mordisqueaba los pezones con sutileza, me hacía desear, sentía mi clítoris hincharse bajo mi bombacha, acariciaba sus cabellos, su espalda, sus brazos, él ...
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