12 – 136 1961: Abril - Relatos Eróticos

12 – 136 1961: Abril

... muy importante en ella, en síntesis, que ella aprobaba lo hecho en ese yate, aprobaba y estaba de acuerdo de seguir amándose, demostraba que se había entregado a él por gusto, admiración y sobre todo por deseo, que siempre le veía esa entrepierna y esa desde ahora sería la señal para amarse cuando lo deseen, Squeo emocionado decía que era su princesa bella y maravillosa, el resto de la tarde valdría para amarse a solas en el mar, ya entrado el ocaso luego de tantos encuentros sexuales llegaron a la vivienda, una preocupada esposa y madre los recibía, le informaban que Venancio estaba recuperándose de la insolación pero aún estaba afectado por las quemaduras de sol que le producían irritación, era el momento de partir en el auto, durante el trayecto hacia la capital poco diálogo había, limitándose a hablar de la pesca, sí, una pesca maravillosa como diría Squeo a su esposa de copiloto viendo por el retrovisor el gesto del rostro de Amaranta, una pesca formidable con varios peces, muchos peces, algunos escapados y otros bien tirados con la caña, sólo Amaranta y Squeo entendían esas frases, Squeo puso la mano en la pierna de su esposa, Amaranta lo vio hacer ese movimiento de manos, Squeo vio por el retrovisor la actitud del gesto de la nena, sonrió al ver sus miradas por el retrovisor, quitó las manos de allí y vio por el retrovisor el rostro de Amaranta aún ya relajado, Squeo volvió a sonreír con su mirada apta para conducir, bajaron Amaranta y Squeo a comprar en una estación ...

... del trayecto, el lugar era claro oscuro, Amaranta pidió el baño, Squeo presuroso la acompañó entrando ella al cubículo, al rato salió, Squeo entró a ver la orina con un hilillo de sangre, sonrió satisfecho, ya no había hemorragia, salieron al auto llevando botanas, la madre de Amaranta degustaba lo comprado, Venancio por su parte trataba de dormir con la esperanza de ya no sentir esa dolencia en su piel, al llegar a casa el sueño los invadió, Squeo sin embargo despertó inquieto, lentamente se apartó de la cama para que su esposa no se enterase de su ausencia, pasivamente a paso lento caminó hacia la habitación de su hijastra, la habitación oscura mostraba el bulto del cuerpo acostado en la cama, algo de luz nocturna se apreciaba en la habitación suficiente para verla y deslizarle la sabana, estaba desnuda, sabía que él vendría, que lo había interpretado con sus gestos al momento de llegar a casa, la vio desnuda, él fue a poner seguro a la puerta, ella mientras tanto se sentó en la cama a piernas abiertas con su vagina humedecida así estirando los brazos en señal que su padrastro la abrace y así lo Squeo  hizo correspondiendo a ello, se acostaron, él encima de ella cubiertos de la sábana, se notaba el alzar y bajar de las caderas del hombre sobre la pequeña hizo una pausa “te ha gustado que te lo meta siempre” ella asintió “pues siempre será así mi amor” la besaba en las mejillas “siempre…. Cada vez que me lo pidas” la besaba en el cuello “pues eres mía, mía, mía, de nadie más” ...