Mi tía, sus pantimedias y yo II - Relatos Eróticos

Mi tía, sus pantimedias y yo II

... deseas, cierres los ojos cariño, déja que tu tía se haga cargo de tí" me decía mientras tomaba con su mano izquierda mi pene y con la derecha le ponía alrededor del tronco el calzón de sus pantimedias, comenzando a masturbarme.

Dios, era riquísimo. No cerré los ojos pues quería conservar esa imagen. Mi querida y amada tía Irma hincada delante de mi, con mi pene en su mano, desnuda salvó sus pantimedias, masturbando mi pene mientras me miraba a los ojos. Dios, sí que sabía cómo darme placer. Por momentos subía y bajaba su mano y la pantimedia a lo largo de mi miembro, mientras con la otra mano ella se tocaba su cosita por encima de sus pantimedias. Luego dejaba de tocarse y me acariciaba con esa misma mano húmeda de sus líquidos mis testículos. Luego ponía ambas manos en la pantimedia para darme un rico masaje. Dios, por momentos sentía que estaba a punto de eyacular, pero mi tía, para evitar que pasara, aligeraba el movimiento de sube y baja, lo que provocaba que retuviera mi clímax. Cuando sentía que tenía otra vez control de mi erección, volvía a aumentar el ritmo de la masturbación. "¿Te gusta esto sobrino, era como lo imaginabas?" me preguntó con esa voz que tanto amaba. "Siiiiiiii tía, siiiiiii, me encanta y es mejor que en mis fantasías". "mmmm, ¿conque tienes fantasías conmigo?". Yo con la voz entrecortada por la excitación y el placer le respondí "tengo muchas fantasías contigo tía, muchas y muy calientes". Con esa respuesta cerré los ojos y de pronto sentí algo ...

... húmedo en mi glande y los abrí. 

Para mi sorpresa, mi tía Irma me estaba lamiendo la cabeza de mi miembro, tomando las gotitas de líquido que salían del ojo de mi pene, lo cual me llevó a otra dimensión de placer. "¿Así fantaseabas que tuviera tu pene en mis labios?" me preguntó mi tía luego de darme una buena lamida, "sí, pero esto es mejor que cualquier fantasía tía". Ella volvió a meterse la cabeza de mi pene en la boca y comenzó a chuparmela con tal delicadeza y maestría que volví a cerrar los ojos y me entregué al placer del sexo oral que mi tía Irma me estaba dando.

No, no era posible retener más mi orgasmo, quise intentarlo pero ya era mucho placer. Irma se dió cuenta de ello, se sacó el glande de la boca y me dijo "sobrino, abre los ojos, quiero que termines y veas donde acaba tu semen", para luego de decirme esto, proceder a colocar mi glande cerca de su boca, sacó la lengua la cuál puso debajo del glande, abrió la boca y comenzó a masturbame el pene a un ritmo más rápido.

Sus manos expertas, la sensación del nylon de la pantimedia, sus ojos clávados en los mios y su húmeda lengua debajo de mi glande me provocaron una eyaculación tremenda. El primer chorro entró disparado en su boca, para el restante chorro aterrizar directo en su lengua. Mi tía Irma no cerró la boca ni retiró su lengua de mi glande hasta que no salió más leche, acto seguido y sin dejar de verme a los ojos, se tragó todo mi semen. "Cariño, le has dado a tu tía una rica descarga de esperma, ¿te ...