Mi tía, sus pantimedias y yo IV - Relatos Eróticos

Mi tía, sus pantimedias y yo IV

Debo decir que esa noche, luego de perder mi virginidad con mi tía Irma me hice el compromiso de no sólo gozar su cuerpo sino darle el mayor difrute sexual a ella también. Al otro día y antes de que me bajara de su coche, me dijo "sobrino, aunque sé que te dije ayer que sólo hariamos el amor los lunes, te voy a fallar". Sus palabras me golpearon como un mazo en la cabeza y ella al darse cuenta, rápidamente me dijo "no, no es lo que estás pensando, lo que te quiero dar a entender es que quiero que hoy me hagas el amor otra vez, quiero sentirte dentro de mí cariño". Con una enorme sonrisa y con cara de aliviado le contesté "claro que sí tía, yo también quiero venirme otra vez adentro de tu cosita rica". Nos costó mucho trabajo no besarnos en la boca, pues estabamos delante de mi colegio, así que nos reprimimos lo mejor posible y nos besamos en las mejillas.

Ya por la tarde sólo esperaba con muchos deseos a que mi tía Irma llegara a casa para que pudieramos coger rico. Igual que el día anterior, la esperé desnudo y acostado en su cama, recreando mientras tanto las emociones y sensaciones de cómo perdí mi virginidad en los brazos de mi amada tía. Cuando ella llegó y me vió con el instrumento a punto, sin decirme nada, se acomodó en la cama y comenzó a darme una mamada deliciosa. En verdad que era una experta en el sexo oral, pues se metía en la boca la cabeza de mi miembro y usando los labios y la lengua le daba un rico masaje, mientras que con las manos me masturbaba el ...

... tronco. Todo esto lo hacía mientras sus hermosos ojos color café se clavaban en los mios. "Tía, tía, te amo, que rico chupas mi pito". En la recámara sólo se podían escuchar mis gémidos y el sonido que hacian sus labios al succionar mi erección. En un momento en que se sacó el instrumento de la boca, me dijo "amor, quiero que eyacules en mi boca, me gusta mucho el sabor de tu lechita", "claro tía, de mil amores" le respondí y ella se puso nuevamente el glande dentro de la boca y comenzó a subir el ritmo de la masturbada hasta que no pude más y casi le grité "tía, ya viene, ya estoy a punto", cuando antes de siquiera terminar dicha frase llegué al clímax. Esta vez mi leche entró directa de mi glande a la boca de mi tía, la cuál no se separó en ningún momento de mi pito, tomando mi semen mientras seguía sobando mi tronco con una mano y con la otra me acariciaba los testículos. Dios, que rica venida tuve en su boca. Una vez que salió toda mi leche, mi tía me dijo "caray sobrino, sí que tenías mucha leche, estuvo muy rica, muy calientita, muchas gracias". Nos dimos un beso y fue sólo entonces que mi tía comenzó a desnudarse. Cuando se quitó la falda vi que llevaba en vez de pantimedias un ligero y medias de color negro, haciendo juego con una pantaleta negra, la que llevaba encima del ligero. 

"Ven sobrino" me dijo y señaló al taburete que tenía delante de su tocador, que tenía un enorme espejo. "sientáte cariño y yo me pondré encima de ti" me instruyó mi tía. Yo me coloqué en la ...