Mi tía, sus pantimedias y yo IV - Relatos Eróticos

Mi tía, sus pantimedias y yo IV

... posición deseada y con mi erección lista, mientras mi tía, dándome las nalgas se preparó para sentarse en mi pene. "Abre la piernas lo más que puedas amor" me pidió, yo abrí las piernas y ella se colocó enmedio y puso mi pene en la entrada de su vagina, la que estaba súper húmeda y no tuvo problemas en recibir mi miembro. Poco a poco mi tía comenzó a moverse hacia arriba y hacia abajo, dándome un tremendo masaje, lo mejor de todo era que yo podía ver en el espejo mi miembro penetrándola y eso me puso más caliente. "Sobrino, tócame los pechos por favor, necesito sentir tus manos en mi cuerpo". Pase mis manos por sus senos y éstos estaban duros y erectos y cuando comencé a tocarlos y pellizcarlos mi tía se puso como loca. "Sí, así sobrino, lo haces muy bien, sigue no te detengas" y mientras me decía esto, aumentó la intensidad de sus sentones en mi pene, además de que sus hermosas y redonditas nalgas se agolpaban contra mi vientre haciéndome sentir como en la gloria.

Nuevamente no supe cuánto tiempo estuvimos así, hasta que debido a la tremenda excitación y sus ritmícos y húmedos sentones, mi pene no pudo más y supe que estaba a punto de acabar y así se lo hice saber a mi tía, "tía, creo que me voy a venir, ya no puedo aguantar más", ella me respondió entre gémidos de placer "no los retengas más, déjate ir amor" y acto seguido sentí como fluía mi semen por el tronco de mi pene y explotaba en el glande y de ahí a las entrañas de mi amada tía. Yo lancé un quejido como si me ...

... estuviera muriendo por el placer, mientras ella gritaba "Dios, que rico, así sobrino, lléname la conchita de leche, dámela toda por favor, dámela toda" y no bien terminó de decirlo cuando mi tía alcanzó su orgasmo y lanzó un chorro de líquido transparente que cayó encima de la mesa del tocador y una parte en el espejo. Luego de que terminé de eyacular tremendamente, y ella de tener un orgasmo vaginal, mi tía se desplomó encima de mi, recargando su espalda contra mi pecho, lo cual aproveché para besarle el cuello, seguir tocándo sus senos a la vez que le decía palabritas dulces al oído. Así nos quedamos unos minutos y pude ver cómo al irse poniéndo flácido mi pene, se salía de su vagina parte de mi semen y se deslizaba en sus medias negras. "Ven, vamos a la cama" me dijo mi tía mientras se levantaba de encima mío y tomaba dulcemente mi mano para conducirme al lecho.

Al verla así, desnuda y de espaldas, me sentí afortunado de ser yo quien le diera esa clase de placer a mi tía, además de comprobrar una vez más que con cualquier color de medias se le veían fabulosas sus bien torneadas piernas. Mi tía se acostó abriendo las piernas a la vez que comezaba a masturbarse el clítoris y a dediarse mientras me decía "amado sobrino, no hay mejor lubricante para que una mujer se masturbarse que el semen". Yo, nuevamente hipnotizado por verla así de excitada, me coloqué de frente a ella para poder ver bien cómo se tocaba. Pude ver como al ir saliendo mi semen de su vagina, ella lo recogía ...