1. Mis inicios como tranny II, probando semen y cogiendo por primera vez


    Fecha: 05/09/2020, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: WendyTrans, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... dolor de espalda por ayudar en la universidad a acomodar unas pancartas" me respondió mientras pasaba su mano por detrás de su cuello. "Sabes lo que necesitas, un buen masaje. Mira, soy muy buena para ello (y en verdad lo era, bueno, sigo siéndolo) mi mamá y mis tías me dicen que tengo muy buenas manos para el masaje y cada vez que ellas están tensas o cansadas, les aplicó aceite y con mis manos las masajeo y quedan de maravilla, ¿quieres que te dé un masaje?". Miguel se me quedó viendo fijamente a los ojos (Dios, como me encantaba lo azul de sus ojos) mientras me decía "¿De verdad, no es molesto para tí, con todo el trabajo que tienes?" me preguntó. Diablos, así hubiera tenido una tésis por completar, con tal de ponerle las manos encima a mi primo, dejaría todo de lado.
    
    "No seas tontito primo, al contrario, será un placer quitárte esas molestías. Mira, esto es lo que vamos a hacer. Date un baño caliente, sal sólo con una toalla alrededor de tus caderas y te espero en tu recámara, ¿sale?" le dije dándole una sonrisa muy coqueta. "Ok, Wendy" me contestó. Mientras él se bañaba, yo había ya urdido el plan para no sólo verlo desnudo, sino poder tocar su pene. Lo primero que hice fue cambiarme, me puse una bata de dormir color rosa muy coqueta, sin pantaletas y unas tobimedias blancas que me llegaban por arriba de las rodillas. Puse a la mano en la recámara de Miguel aceite de bebé, unos kleenex y toallas, así como mi grabadora y un cassette (en ese entonces todavía no se ...
    ... comercializaban de manera total los Cd´s). En ese cassette, que me grabó mi amiga Cinthya, era de una de las pelís porno que solíamos ver en su casa, yo le pedí que me grabara el audío y lo usaba por las noches, con unos audífonos, para masturbarme pensándo en hombres y en sus miembros.
    
    Cuando salió de bañarse y entró en su recámara, Miguel se sorprendió de verme vestida así y antes de que preguntara o se echara para atrás le dije "primo, así estoy más cómoda para darte masaje, ven acuéstate boca a bajo y desata tu toalla". Miguel se acomodó en la cama, la toalla se la aflojó y la dejó sólo cubriendo sus nalgas y ¡Dios Mío! qué fuerte era, su espalda estaba maravillosa, fuerte y sus brazos y piernas con unos músculos que me hicieron sentirme verdaderamente excitada. "Primo, vas a sentir un poco frío el aceite, pero no te preocupes, cierra los ojos y déjame hacer mi trabajo", "confió en tí Wendy" me contestó. Comencé a darle un masaje muy relajante con mis manos, haciéndolo sentir muy bien y lo notaba pues sentía cómo se aflojaban sus músculos y él mismo se aflojaba. Luego de casi 10 minutos así, le dije "Migue, date la vuelta, pónte boca arriba para seguir dándote masaje". "Wendy, no tengo puesto nada debajo de la toalla" me respondió con voz medio adormilada "¿y eso qué primo? no tiene nada de malo, yo soy tu masajista y no tienes porqué sentirte apenado". Miguel, todavía medio adormilado por el excelente masaje que dí, se volteó sin decir palabra, ¡Dios bendito, que enorme ...