Mis inicios como tranny II, probando semen y cogiendo por primera vez - Relatos Eróticos

Mis inicios como tranny II, probando semen y cogiendo por primera vez

... pene! No estaba erecto pero aún estando en reposo se veía verdaderamente enorme. Tragándo saliva y tratando de tranquilizarme le dije "voy a poner un poco de música de ambiente, así que relajate y sigue con los ojos cerrados primo". Miguel sólo hizo un aja por toda respuesta. Puse play en la grabadora y mientras se escuchaban los gémidos de la película porno, yo me aplicaba a ponerle aceite en las piernas y comenzar a masajearlas. Pronto iba subiendo por sus tobillos, sus piernas, sus muslos y sólo escuchaba su respiración completamente relajada. 

Ahí fue el momento que esperaba para empezar a masturbarle el pene. Tan pronto le puse aceite y lo empecé a tocar, tuvo una erección maravillosa y pude constatar que efectivamente tenía un miembro de campeonato. Largo, grueso, venoso y muy cabezón. Para evitar que se le bajara la erección, comencé a decirle "las mujeres de la grabación, se oyen muy excitadas, como si estuvieran siendo penetradas por unos chicos con enormes penes y ellas abren las piernas para recibirlos dentro de ellas, suenan muy calientes ¿verdad?" lo que hacía era distraerlo con la grabación del hecho de que lo estaba masturbando. A propósito no le puse aceite de bebé en el glande, pues lo que buscaba era que cuando estuviera muy excitado, meterme la cabeza en la boca y lo hice cuando Miguel comenzó a mover las caderas al mismo ritmo que llevaban mis manos al masajearle su pene. Fue maravilloso cuando me metí su glande en la boca y comencé a lamerlo, a ...

... chuparlo. Sus líquidos preeyaculatorios me sabían saladitos y eran pegajosos pero no me importó, me los trabaga tan pronto salían de su cabecita. Miguel estaba tan excitado que sin abrir los ojos sentí como lanzaba un largo suspiro y comenzó a eyacular, lo cual me tomó por sorpresa, pero alcancé a poner la boca encima de su glande y recibí su semen caliente, delicioso y en gran cantidad, tomándomelo todo. Cuando me convencí que había terminado su orgasmo seguí distrayendo su mente. "Migue, al parecer ya los chicos han acabado dentro de las chichas, pero ellas quieren más, ¿escuchas cómo siguen diciéndo "more, more", están muy calientes", ya para ese momento ahora le estaba masajeando los pechos y los brazos, concentrándome en sus pezones, que se le pusieron muy duros. Estuve así por espacio de cinco minutos y al voltear a ver su pene, me quedé sorprendida al ver que nuevamente lo tenía erecto.

Le volví a poner aceite en el pene, ahora sí incluyéndo el glande y pensé "Wendy, ha llegado el momento de perder la virginidad", sin dejar de hablarle de lo calientes que sonaban las chicas de la grabación, me quité la bata, me puse aceite de bebé en mi culito y me subí a la cama, colocándome encima de Miguel en posición de mujer a caballo. Tomé su pene, con cuidado lo coloqué a la entrada de mi culito y comencé a introducirlo poco a poco. El glande fue lo más difícil, pues lo tenía muy cabezon, cuando entró por completo me desgarró el culo y sin querer lancé un gritíto de dolor, pero no ...