1. El Jardinero Dotado


    Fecha: 07/09/2020, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: Contador4u, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... prepucio sin circuncidar. Le vi la verga muy grande, muy gorda y dura cuando le dió la vuelta, para ponerla de espaldas a él y atraerla con ambos manos por la cadera acomodándole la verga parada entre las piernas al ras de las nalgas, frotándola por encima de la delgada tela de su short rosando su panochita. Ella entrecerró los ojos, la apretó entre las piernas y soltó un suspiro. -Por ahí papasito, dame una repasadita entre los labios de la vagina y mójamela. 
    
    Por un instante pensé que la penetraría en esa posición cuando ella se agachó parando el culo, pero luego se incorporó y se giró para enfrentarlo; arrodillándose en el suelo, rodeó las piernas con los brazos y agarrándose de sus nalgas buscó la punta de su verga con la boca y empezó a mamársela. -Dame tu verga papasito...Le peló la verga con una mano, le hechó hacia atrás el prepucio y con la lengua le limpió la cabecita, comiéndose el jugo que le chorreaba. Después, abriendo mucho la boca engulló la cabeza entera mientras con ambas manos le jalaba la verga exprimiéndole el jugo que no dejaba de salir. Se comió la verga hasta la mitad ya que era todo lo que le cabía en la boca y siguió mamando alternativamente entre la cabecita y el resto. Pude comprobar lo que siempre le he reconocido desde que nos casamos, ella es la más puta cuando se trata de mamar la verga. 
    
    El jardinero, como pude apreciar muy de cerca, tiene la verga muy apetecible, grandota, oscura, casi negra, y sin circuncidar. Me sorprendió ...
    ... agradablemente que lleva los vellos púbicos recortados y depilados los huevos, que me parecían más grandes mientras se balanceaban hipnóticamente entre sus piernas con las sacudidas de verga que le daba mi mujer con la deliciosa mamada que le hacía. Cuando ella la soltaba un momento y se la sacaba de la boca para chuparle los gordos huevos, sin dejar de jalársela, entonces podía yo mirar descaradamente de nueva esa enorme verga, cabezona, en todo su esplendor, y no podía más que entender el placer de mi mujer al intentar deborarla: la vi como un tronco muy grueso y largo con el terso prepucio arropándola por completo, la cabezota bien delineada y gorda debajo de esa suave piel. Estaba embelesado y no me di cuenta cuando empecé a jalarme la verga  disfrutando de la vista de esas imágenes frente a mi, del otro lado del cristal. Ante la urgencia de la eyaculación, reaccioné y corrí al baño para no derramar mi semen en el lugar. Descargué mi verga abundantemente por la primera vez de esa mañana, pensando en la imagen viva aún de la reata mojada del jardinero en la boca de mi mujer. Por un instante cerré los ojos y me pasó por la mente que sería delicioso sentir la suavidad de una verga entre los labios, acariciarle con la lengua la cabecita y recibir como premio ese juguito cremoso en la boca, antes de tragarlo como lo hacía mi mujer, saboreando su dulce sabor. No entiendo como él aguantaba tanto con la mamada tan fuerte que le daba mi mujer. 
    
    Cuando regresé a la ventana, a mi posición ...