Mis inicios como tranny III, me aficioné al semen en todos mi cuerpo - Relatos Eróticos

Mis inicios como tranny III, me aficioné al semen en todos mi cuerpo

Luego de que ambos alcanzamos el orgasmo, yo me quedé con los ojos cerrados y muy mareada, tanto que por un momento mi menté se desconectó de la realidad y pensé que todo había sido un sueño húmedo; pero no podía ser, las sensaciones se sentían tan reales, mi orgasmo, su orgasmo, sus arremetidas hasta venirse dentro de mi, el sentir dentro de mí el miembro de mi primo, sentir cómo al irse aflojando poco a poco su erección unas gotas de su semen se iban saliendo de mi culo y comprobé que no era un sueño sino la realidad cuando escuché la voz, ahora sí muy despierta de mi primo Miguel diciéndome "Wendy ¿dime que te gustó tanto como a mí?". Abrí los ojos y por toda respuesta lo bese en los labios. Él correspondió dándome unos besos riquísimos, entrelazando nuestras lenguas, "¿eso responde a tu pregunta Migue?", a lo que mi primo sólo respondió, "ven, vamos a bañarnos, estamos todos batidos de crema de bebé y tú estás llena de semen por atrás" al tiempo que él sacaba lo que quedaba de su pene en mi ano, haciendo que escurriera más semen fuera de mi.

Luego de darnos un buen baño y estarnos secándo, Miguel me preguntó "¿esta fue tu primera vez Wendy?". "¿Por qué Migue, lo hice mal?" le pregunté un poco apenada. Mi primo muy amorosamente se acercó a mi, me abrazó y me beso. "Para nada Wendy, estuviste maravillosa". "La verdad primo, tu eres el primero y la verdad me encantó que fueras tú quien me desflorara el culo" le respondí sin dejar de abrazarlo, lo que provocó que ...

... tuviera una nueva y hermosa erección. Sin decirle una sola palabra me hinqué delante de él, tomé su enorme pito entre mis manos, dándole un suave masaje y sin pensarlo dos veces me lo llevé a la boca. Dios Mío, que rico me sabía su pene, el aroma que desprendía. Me puse cada uno de sus testículos en mi boca y como loca le lamí y chupé el glande, me metí lo más que pude su enorme pene dentro de la boca, recorrí con mi lengua todo su tieso, venudo y largo tronco. Mi primo sólo gemía y me acariciaba el pelo y la cabeza, a la vez que movía sus caderas como si en lugar de tener su pene en mi boca, lo tuviera dentro de mi culo.

Llegado un punto él me ordenó: "Wendy, cuando vaya a terminar quiero que me veas a los ojos y te trages todo mi semen, ¿lo harás por mí?". Sacándome el glande de la boca le respondí, "Miguel, tus deseos son órdenes para mi". No tardó mucho en venirse con el tratamiento que le estaba dando. "Se me sale, se me sale oooooohhh Dios, acabo Wendy", y eso fue lo que hizo, empezó a eyacular dentro de mi boca, sus chorros de blanco, caliente y delicioso esperma entraban en mi boca y yo los tragaba como loca. Su semen sabía riquísimo, con un sabor indescriptible. Me tragué toda su descarga y él se desplomó en la cama, agotado y satisfecho. Yo me acomodé entre sus brazos y puse mi cabeza en su pecho, acariciándolo. "Wendy, eres magnífica" le escuché decir. Nos quedamos dormidos desnudos y abrazados.

Al otro día, él se levantó primero, se bañó y bajó a preparar el ...