1. El esclavo romano V


    Fecha: 14/09/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Máximus, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... lentamente en su entrada anal. Empecé a hacer presión y poco a poco su culo fue recibiendo mi dedo en su interior. 
    Al estar Skýlos agachado por detrás se le podían ver los huevos colgando, así como su verguita flácida. Algunas mujeres estaban encantadas viendo el manjar. 
    -¡Un culo apretadito de hombre joven. Lo mejor que puede haber por Zeus! 
    Grité en voz alta para que todo el mundo me escuchara. 
    -¿Cuánto darían por meter la verga en un culo que parece querer cortarme el dedo? 
    Skýlos dio un respingo y sentí que iba a levantarse. Pero antes de que se moviera lo sujeté de su collar y le dije al oído. 
    -Recuerda que eres mío, niño. Si haces algo que yo no quiera te irá muy mal.
    Él empezó a respirar con agitación, sabía que estaba enojado. El muchacho rebelde había vuelto. Pero tenía que domarlo, y para domar un caballo salvaje como él eran necesarios varios jinetes. 
    Un hombre grande, fornido y barbado llegó a mi lado y me habló:
    -Es solo un muchacho ¿seguro que aguantará?
    -El perro es todo un hombre.
    Respondí y le di unas nalgaditas suaves a Skýlos como presumiendo mi propiedad. El hombre de barba me dio algunas monedas que yo guardé y él se sacó una verga de toro. Morena y venuda. La gente se acercó más para ver el espectáculo. 
    Yo agarré ambas nalgas de Skýlos y las separé para dejar a la vista el culito rosado y pequeño. Al hombre casi se le cae la baba al ver el manjar. Puso la cabeza de su vergota en la entradita y empezó a hacer presión. Yo veía que la ...
    ... verga no quería entrar. El chico se quejaba bastante, en cada puntada. Al final fue entrando lentamente. Cuando la cabeza entró completa Skýlos gritó.
    -¡Ahhh…! ¡Sácala! ¡Sácala!
    Intentó zafarse de la verga que lo asediaba, pero, entre varios hombres lo sujetamos. Lo agarraron de las extremidades y lo levantaron en peso. Yo lo sujetaba de la cintura para evitar que se moviera mucho. El hombre barbado no había sacado su cabezota del culito de mi esclavo. 
    Siguió metiendo el resto del tronco y con cada centímetro que entraba Skýlos se retorcía de dolor y gritaba, el hombre por su parte parecía estar extasiado. Aunque de vez en cuando también hacía muecas de dolor ya que el apretado culito del muchacho a veces llegaba a mordisquear la verga. 
    -Hombre… Ya no le entra más…
    Dijo entre jadeos el hombresote y notamos que su verga se había quedado estancada casi a la mitad. Yo lo miré a la cara y con una señal de mi cabeza le dije que “sí”. El hombre sonrió y dejó ir el resto de su hombría al interior apretado de Skýlos. Y, como lo esperaba, eso bastó para el sujeto barbado se corriera adentro del muchacho. Los dos gritaron fuertemente. Los hombres alrededor aplaudían y gritaban jubilosos. Las mujeres reían del espectáculo que les parecía gracioso. 
    -Jamás, en mi vida…
    Dijo el hombresote entre jadeos y sacó la verga del culo de Skýlos de un tirón. Haciendo que la entrada anal del chico se quedara abierta soltando semen unos segundos. 
    Una segunda verga entró justo después de que ...