1. El escondite.


    Fecha: 21/09/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: PPTon, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... por las piernas con un ralo y sedoso bello, alternando una y otra. Abrí la boca lo más que pude para que entrara todo lo que fuera posible, realmente no fue mucho, pero era todo lo que me cabía. Esta carencia la suplí con mi mano desocupada impregnada de líquido preseminal revuelta con saliva que había soltado de mi boca. Con cada movimiento que le hacía con la combinación de mi boca y mi mano, don Roque gemía, respiraba y resoplaba, manifestando el mayúsculo placer que estaba experimentando, a pesar que no me cabía mucho de su gran verga, ni con la cavidad de mi boca agregada a mis dos puños, logré tenerla totalmente, creo que hubiera necesitado otra mano u otra boca para abarcarla totalmente.
    Entre gemidos, resoplos y fuertes succiones con mi boca durante casi 15 minutos llenos de placer y líquidos pre, tiempo que yo me sentía entre cálidas y húmedas nubes y a juzgar por sus movimientos, sonidos y expresiones, de seguro don Roque también lo estaba sintiendo. Con mucha intensidad y sin preocuparse de ser oído, pegó un gran gemido, retiró un poco su verga de mi boca, pero sin sacarla totalmente, me tomó de la cabeza y con cierta fuerza la atrajo hacia si para que entrara hasta el fondo de mi garganta, que hubiera logrado si no hubiera mantenido mis manos sujetándola. Todo eso al tiempo que, con un un gran grito, lanzaba un gran torrente de semen, caliente, cremoso y de un rico sabor agridulce, que dejaba de manifiesto lo saludable del régimen alimenticio y calidad de vida ...
    ... que llevaba don Roque. Al captar su sabor, lo tragué con avidez conforme me iba aventando los chorros de tan nutritivo alimento. Fue tan abundante que, aparte de que lo estaba disfrutando como el mejor manjar que realmente era, que pensé en la posibilidad de que se hubiera abstenido durante todo el año que pasó, desde que se lo hice por primera vez. Me ha de haber lanzado 4 o 5 chorros de leche, luego paró en medio de profundos respiros, gemidos y variadas muestras de satisfacción. Todavía alcancé a obtener más de ese líquido con sendas succiones aprisionando su cabeza con mi lengua contra el paladar, acompañadas de exprimidas manuales, desde la raíz hasta la punta del caliente y húmedo pene, saldo que jugué en toda mi boca, impregnándola toda ella de su rico sabor.
    Realmente fue maravilloso, sin temor a equivocarme, puedo afirmar que fue la mejor leche que he tomado, aun cuando cada una tiene lo suyo, tanto en sabor como en el envase que lo porta. Nos quedamos quietos, pero respirando hondo, descansamos por un buen rato, recostado sobre su vientre, mantuve tan rico contenedor de leche dentro de mi boca, aún sedienta del cremoso líquido que ya llenaba mi satisfecho estómago. Me quedé tan quieto saboreando lo que tenía en mi boca, que me quedé dormido por unos minutos, al igual que don Roque a quien, muy a mi pesar, desperté luego de sacar el rollo de carne de mi boca. Había sido maravilloso, pero teníamos algo que hacer y que cumplir, so pena de que nos sorprendieran los otros ...