Nuestra amiga argentina se folla a un amigo de su ex
Fecha: 16/12/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: dantraloco, Fuente: CuentoRelatos
Ahora se me dio por contar todo de golpe, estoy en casa medio embolada, desde la mañana que estuve en la pileta y ya me embolé, así que me vine a mi cuarto a contar otra de las cosas que hice en este tiempo.
Se acuerdan que les conté que después de pelearme con mi novio lo cague con dos de sus amigos, el se entero y me odia. En realidad quería probar eso que dicen que “un pelo de concha tira más que una yunta de bueyes” o algo así, es decir, hasta que punto un amigo puede cagar a otro cogiéndose a su ex, porque a pesar de yo lo largue y él me seguía queriendo y me rogaba por volver, ¡y yo nada!
A la semana, más o menos de pelearnos paso esto: Mi ex tiene, bah, ahora tenía un amigo, que siempre me gusto, porque son de los que me gustan a mi, rubiecito, pocos pelos, lomo bien marcado y bastante alto y grandote.
La cosa es que él es psicólogo y yo para recibirme me faltaba dar una materia que tiene mucho de psicología infantil, y yo no entendía un carajo y siempre me decía que cuando quisiera el me explicaba, pero la cosa quedo en nada…
Hasta que un día (después de pensarlo un par de días y de calentarme con la idea, con la fantasía de saber que podía pasar), decido ir a su casa, pero sin avisarle nada, cosa que me daba más adrenalina, porque no sabía si iba a estar, o estaría ocupado, o la cara de sorpresa que pondría cuando me viera.
Una cosa, que a ustedes, les embola (como digo siempre), pero las chicas me van a entender: LA ROPA, jeje, era fundamental, ...
... ponerme algo, sugestivo, pero no en bolas, pero que me pudiera poner en bolas enseguida, sin problemas, jeje
Entonces me pongo un vestido cortito, pero no en bolas, de esos que se abrochan de adelante, con mil botones, no me pongo corpiño, pero si bombacha.
La cosa es que llego, toco el timbre le digo que soy Caro, me pregunta si pasa algo, le digo que no, que venía por lo de Psicología y me hace subir.
Nada, entre, hablamos boludeces, me siento en un sillón con las piernas cruzadas, y ahí empecé a “jugar jeje”, cuando me siento lo hago de tal forma que el vestido me quedo casi de cinturón, re cortito, casi en bolas, mostrándole bien ¡mis piernas! Y su mirada fue inevitable, me la clavo en las gambas.
El se sentó al lado mío, empecé a reírme de las boludeces que decía y mientras me reía le ponía una de mis manos en sus piernas, ya lo estaba calentando, me di cuenta que mucho no entendía, pero seguimos así, yo me mostraba media regalada, y me gustaba hacerlo y el estaba desconcertado.
Hasta que en un momento se levanta para traerme un café, cuando lo veo venir, yo también me paro y la cosa fue más o menos así.
Yo: decime la verdad, ¿por qué siempre me miraste de una manera distinta?
El: nada que ver Caro, te miré como la novia de mi amigo (y ya se estaba poniendo colorado).
Yo: pero un poquitín te gusto, ¿o no?, decime la verdad.
El: Caro, te miré como la novia de mi amigo, nada más.
Entonces pase a la etapa dos jeje: me empecé a desabrochar el vestido, ...