Mis inicios como tranny VI, mi vecino pierde su virginidad conmigo - Relatos Eróticos

Mis inicios como tranny VI, mi vecino pierde su virginidad conmigo

Luego de terminar mi carrera como historiadora y seguir mi noviazgo con César y Marco, comencé a trabajar mientras rentaba un pequeño departamento. En las ocasiones en que no estaba teniendo relaciones con mis dos novios, ocupaba mi tiempo dándo clases de historia para chicos de secundaria. 

En el edificio donde vivía me hice amiga de una vecina llamada Gloria, quien era divorciada y que desde un primer momento supo sobre mi situación de trans y no sólo me aceptaba sino que me regaló con una muy hermosa amistad. Ella tenía en ese momento un hijo que recien había cumplido los 15 años y estaba en el último año de secundaria. Debo decir que el chico no era uno muy guapo pero tenía cierta personalidad que llamaba la atención, era muy callado, tímido y muy dedicado a sus estudios, pero en el último año no le estaba yendo muy bien en historia, por lo que Gloria, su mamá me pidió de favor si le podía dar clases dos veces por semana, claro que pagadas para ayudarle. Yo acepté, sobre todo para ayudarla con su hijo. Durante las dos primeras semanas todo iba de maravilla, aún cuando este jovencito, de nombre Daniel, ponía mucho empeño me pedía que le siguiera dándo clases pues decía que entendia más conmigo que su maestra. Fue en ese momento que me dí cuenta que durante las clases él se me quedaba mirando mucho a mis piernas, pues yo siempre me llevaba vestido o falda y usaba como ropa interior medias con ligero, pantiligeros o pantimedias con apertura en el medio y siempre usaba ...

... colores como blanco, amarillo, azul, rojo, negras y en una que otra vez usaba medias naturales.

Igual me dí cuenta que Daniel ponía más atención a mis piernas cuando usaba medias blancas. Eso me halagaba mucho, pues para ese momento yo ya tenía 24 años era ya una joven muy atractiva e incluso César y Marco, que también trabajaban, me pagaron una cirugía para acrecentar un poco mis senos, además de seguir mi tratamiento de hormonas. En uno de esos días de clase, en las cuales Daniel y yo siempre estabamos solos, pues Gloria, que era enfermera, tenía el turno de la tarde/noche, al tomarnos un pequeño descanso de la historia de la Segunda Guerra Mundial, comenzamos a platicar sobre diversos temas, llegando, innevitablemente, al de las novias y las chicas. Él muy apenado me confesó que nunca había besado a una niña, yo muy sorprendida la pregunté -"¿De verdad? Tienes ya 15 años y eres atractivo, no puedo creerlo"- Daniel me contestó muy apenado y ruborizado -"De veras Wendy, nunca he besado a ninguna chica, pero la verdad sí quiero hacerlo"-

No sé por qué pero de repente tuve una idea loca, muy loca. Sin pensarlo dos veces le dije -"Bueno, si quieres, yo te puedo enseñar y así practicas conmigo, ¿qué tal, te gusta la idea?"- Daniel abrió mucho los ojos a la vez que me decía -"¿de veras, me dejarías besarte Wendy?"- -"Claro Danny"- le contesté, mientras tomaba su rostro con mis manos y le planté un beso en los labios. Poco a poco pasamos de los besos tiernos e inocentes sólo en ...