Mis inicios como tranny VI, mi vecino pierde su virginidad conmigo - Relatos Eróticos

Mis inicios como tranny VI, mi vecino pierde su virginidad conmigo

... detrás de mí y enmedio de mis piernas. Le pedí que pusiera su pene en la entrada de mi ano, que no tuviera miedo, que no me iba a lastimar, al contrario, que me iba a dar mucho placer y que él también lo iba a gozar mucho. En el primer intento no pudo ensartarlo, ni a la segunda o tercera vez, así que le dije -"pon la cabeza a la entrada y no te muevas"- le dije. Danny lo hizo y yo me impulsé para atrás a la vez que con las manos me abría las nalgas para que se abriera más mi ano y así comenzó a entrar su pene en mi. Poco a poco entró la cabeza y luego el tronco hasta que lo tuvo todo dentro y sólo quedaron colgando fuera de mi sus testículos. Como dije, Daniel no tenía el pene muy grande pero sí muy tieso y yo empecé a mover mis nalgas y mis caderas masajeando su pene. -"Wendy, esto es deliciosos, tienes la colita muy apretada, muy calientita, me gusta mucho"- le escuché decir entre jadeos y gpemidos que daba de plancer. 

Yo estaba muy caliente también y le respondí, gimiendo -"papí, a mí también me gusta tenerlo adentro, lo tienes muy duro cariño"- Daniel a los pocos minutos comenzó también a moverse, metiéndo y sacando su pene, como si hubiera estado mentalmente ensayando ese momento en sus más locos sueños húmedos de adolescente, quejándose de placer ...

... cada vez que lo metía hasta el fondo.

Para ese momento yo ya me había dejado ir de plano, gozando de ese pene joven y virgen dentro de mi. Pero de pronto noté que Daniel empezó a moverse más rápido y con mucha fuerza, por lo que sabía que no tardaría mucho en venirse. -"cariño, déjate ir, no lo retengas más". le dije y como si estuviera sólo esperando mis palabras, Daniel empujó su miembro hasta el fondo de mi y lanzándo un enorme suspiro comenzó a eyacular. -"¡no lo saques, no lo saques cariño, déjalo todo adentro mientras acabas!"- le grité excitada mientras sentía su semen, que por cierto me sorprendió mucho la enorme cantidad que estaba sacándo de su joven pene y que se esparcia por todas mis entrañas. Su semen era muy caliente, muy espeso y en gran cantidad, yo estaba feliz y le pedí que no lo sacara todavía. Nos quedamos así, él dentro de mí y yo de perrito un buen rato hasta que sentí que comenzaba a perder la erección.

Tan pronto lo sacó le pedí que me pasara mis pantaletas y así como estaba de perrito le pedí que me las pusiera pues no quería que se saliera su lechita de mi colita. Luego de arregarlos la ropa, volvimos a los estudios con renovados bríos. La foto que ilustra esta parte de mi vida es la misma ropa que use para estrenar a Daniel.