Esposa/sirvienta - Relatos Eróticos

Esposa/sirvienta

... parte de atrás con la otra, para intercambiar a una mano masturbandote por completo y la otra en tus testículos relajandolos, la cereza del pastel venía de vez en cuando, cuando solía sacar el pene de su boca y tomar tus testículos para adentrarlos y masajearlos dentro de su boca, eso era algo sumamente delicioso, yo estaba en el reino del placer cuando pasaba de una cosa a otra y terminaba lamiendo o chupando mis testículos a su manera, con una técnica que solo ella tiene, el momento estaba acercándose, era demasiado placer y yo no iba a poder controlar una eyaculación por culpa de ella, ese masaje, ese oral era incontrolable, no se podía dominar, seguramente te ibas a venir, no había técnica que contrarrestara tal poder, entonces yo hice un movimiento que era para detenerla y ella sonrió, Jorge antes de un parpadear ya estaba sentado con pene en mano y ella con la cabeza me hizo un gesto de que hiciera lo mismo, me senté junto a el, sin importarme que estábamos ya desnudo los dos y que nos viéramos todo, el golpeó nuevamente mi pierna pero está vez lo hizo para indicarle a ella que viniera a nosotros, ella sonriendo empezó a gatear un par de cm solo para encontrarnos a nosotros masturbandonos y viéndola caminar como una gatita, yo lo hacía muy lento porque estaba muy cerca de terminar y no quería dejar de disfrutar eso que ella me hacia sentir, placer a más no poder, ella quito nuestras manos y como toda una maestra en lo que hace empezó a masturbanos, pero ahora de una ...

... manera más rápida, ella sabía que no podíamos más y comenzó una carrera por hacernos terminar, sin ningún perdedor, era una carrera dónde quien terminaba ganaba todo el placer pero quién aguantará tendría también más placer porque el masaje que ese par de manos podía hacer era sin igual, decidió hacer trampa y sin que le dieramos ninguna indicación colocó la cereza del pastel como elemento clave para hacernos bajar la guardia, comenzó a lamer los testículos de ambos, se turnaba a un ritmo que no sentías que te faltaba a ti más, te dejaba relajarte y cuando sentías que querías las ella ya estaba ahí lamiendo y metiendo los testículos a su boca, los quejidos eran ya inevitables, en ellos se podía leer como no podíamos aguantar más, yo no quería venirme antes que Jorge porque quería más y más, pero la magia de su esposa, de nuestra sirvienta sexual me tomo por sorpresa cuando metió mi pene a su boca y con un par de movimientos dentro de ella no soporte las ganas de querer venirme así que ella con mucho astucia de quito de mi y me vio a la cara pidiéndome a gritos que lo hiciera, yo intenté como pude aguantar pero no pude entonces sucedió, ella estaba alegre pero desenfrenada, no dejaba de masturbarme quería que todo saliera, cada gota de mi se fuera y no se quedará dentro mío, yo ya tenía movimientos incontrolables porque ella seguía pero nada de mi salía ya, lentamente bajo la velocidad y poco a poco bajo su mano a mis testículos para masajearlos lentamente, les dió un beso y les ...