1. El taxista nocturno


    Fecha: 10/10/2020, Categorías: Jóvenes Tus Relatos Autor: Ljmg, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... a una de las niñas que era habitual de las noches, preguntándole los demás sorprendidos como había hecho eso:
    
    .- La cría no tenía quien se ocupara de ella y empezó a vender su cuerpo desde muy pequeña y a mí me daba mucha pena al verla siempre sucia y descuidada, así que como ahora vivo solo desde que me separé, al acabar mi turno, la llevé a casa, la bañé, la di de comer y parecía otra. Recién peinada y perfumada, me parecía más bella que nunca y la puse a dormir conmigo. Ella estaba feliz y en agradecimiento a mis cuidados, empezó a buscarme, a darme dulces besos, a comerme la polla, a ofrecerme su coñito de niña todavía, a pesar de todo lo que había pasado, y yo volví a disfrutar de verdad de una mujer, porque era como se estaba comportando conmigo, como una auténtica mujer que me daba todo su amor.
    
    .- Buufff, amigo, si la tienes en casa, podrás follártela siempre que quieras, aunque podrías compartirla con los amigos, jaja.
    
    .- Vosotros ya tenéis aquí a todas las que queráis. Dejar a la cría en paz y dejarme ser feliz con ella.
    
    .- Está bien, es toda tuya; era broma, hombre, me alegro mucho por ti después de lo mal que lo pasaste con la separación, cuando tu mujer te ponía los cuernos mientras trabajabas de noche.
    
    .- Bueno, al final era lógico que pasara. A ver cuantos de vosotros tendrá a la mujer encamada con otro en estos momentos.
    
    Esas palabras les hicieron cambiar la cara a los que antes bromeaban tanto, porque en su interior, más de una vez habrían ...
    ... pensado eso mismo, pero por otra parte había que reconocer que si pasaba, nos lo teníamos bien merecido todos, porque nosotros se la estábamos dando, pero bien, a nuestras mujeres.
    
    Como siempre, estas conversaciones entre los compañeros, me hacían reflexionar y daban vueltas a mi cabeza durante toda la noche, pensando en que era muy cierto lo que decía mi compañero. Follarse a una niña de esas edades es algo completamente distinto a follarse a tu esposa o a cualquier otra prostituta. Es algo que te crea adicción y ya eres incapaz de encontrar nada que te satisfaga más que eso. Su dulzura, su inocencia y espontaneidad es algo que te envuelve y te hipnotiza, siendo capaces de llevarte a un paraíso que creías que sólo existiría en mi cabeza.
    
    Mientras estaba absorto en estos pensamientos, una nena a la que no había visto nunca, se acercó al taxi a ofrecerme unos caramelos que vendía.
    
    Yo me quedé mirándola, porque era de las más pequeñas que había visto trabajando en el taxi por las noches y la pregunté si estaba sola y ella me dijo que su tío vendría a recogerla más tarde, pero que muchas veces no iba y tenía que irse sola a casa.
    
    Yo me ofrecí a llevarla a casa, porque era ya tarde y no creía que vinieran a recogerla, así que ella se subió al taxi y pude observarla más detenidamente sus piernitas y los bultitos que formaban sus pezones marcándose en la fina camiseta, y el pelo largo que tapaba su cara de niña, por lo que la pregunté su edad, diciéndome que tenía 12, ...
«12...567...11»