1. Reencuentro


    Fecha: 20/12/2017, Categorías: Gays Autor: Nancybella, Fuente: CuentoRelatos

    Poco antes del 24 de diciembre del año pasado -2015- iba caminando por la zona en que vivo. Buscaba desesperadamente algunos ingredientes y quería evitarme la molestia de ir hasta el centro de la ciudad de Veracruz.
    
    Iba caminando ensimismada en varias cosas y de repente, lo vi. Allí estaba, en su descomunal camioneta Ford doble cabina, negra y con sus vidrios polarizados.
    
    Carlos asomó la cabeza y me dijo con desparpajo: "Ese culo lo reconozco a gran distancia", me hizo reír. Enseguida imaginé el momento, acostada con él y recibimiento tremendas dosis de carne dura, casi un fierro entrando en mi vagina.
    
    Aunque lo conocí en circunstancias no tan agradables, pues prácticamente abusó de mí en una de sus casas y estando yo completamente alcoholizada, éste hombre ha sido uno de los amantes más apasionados que he tenido en la vida y vaya que han sido muchos. Pero este le gana a muchos con una verga exquisita. 25 centímetros por lo menos de una carne dura y sensual que me atraviesa y casi me parte en dos.
    
    Me dijo que subiera y que nos fuéramos de allí. No había mucha gente en la calle pero poco importaba eso. Ya lo había visto y hacía dos años que no había venido a Veracruz. Él siempre viaja con su esposa y sus hijos al puerto, pues ahora vive en el estado de Wisconsin y la verdad es que ha sido mejor así. Quizá si viviera en Veracruz seríamos amantes y tendríamos una relación a escondidas y con el riesgo de ser descubiertos.
    
    Partimos hacia mi casa, la casa de campo o ...
    ... casa del amor pues allí he cogido con muchos hombres.
    
    Llegamos a casa pero no nos bajamos del auto. Él traía un pantalón corto hasta la rodilla y una playera de un equipo de futbol, roja y azul. Yo llevaba un vestido hasta la rodilla y unas sandalias blancas muy bellas. Le invité a bajar pero me dijo que, que esperáramos y que estuviéramos un rato allí. Bebió un poco de su cerveza y conversó conmigo, pero mientras hablaba pasaba sus manos sobre mis senos cubiertos por mi vestido y mis pezones se erectaron.
    
    Comenzó a besarme y yo me entregué apasionada a esos besos. No era un hombre guapo pero eso no importaba. Olía a sudor y su aliento olía a licor, pero tenía una forma muy atrevida de calentarme. Bajó su mano hacia mi cintura y luego a acariciarme la pierna izquierda.
    
    Toqué su pantalón y allí sentí su verga aún dormida, pero se sentía un bulto tremendo.
    
    El comenzaba a respirar de manera más intensa y yo ya estaba completamente excitada y lo bello del momento es que él quería hacerlo en la camioneta, en donde regularmente cogíamos, aunque ésta era nueva.
    
    Seguimos besándonos y toqueteándonos por un buen rato hasta que decidió quitarme el vestido y como siempre, quedó embelesado con lo que veía. No dijo nada, pero su excitación estaba al máximo. Me quitó el sostén y sólo me dejó con mi tanguita color naranja, casi idéntica al color del vestido y comenzó a acariciarme. Sus manos no eran suaves pero sí eran grandes y apretaba mis nalgas y mis muslos con fuerza. Era ...
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