1. Reencuentro


    Fecha: 20/12/2017, Categorías: Gays Autor: Nancybella, Fuente: CuentoRelatos

    ... con tanta arremetida y él me cargó y me metió la verga en el aire, provocando nuevamente que yo gritara de placer. Qué bueno que no tenía vecinos si no se habrían quejado de tantos y tantos gemidos, aunque no dudo que quien haya pasado por allí haya imagino que dentro de esa casa viviera una ninfómana.
    
    Estuvo caminando alrededor de la sala con la verga incrustada en mi vagina hasta que ya no pudo más y me sentó en el sofá y me llenó la cara de leche. Todo el semen me bañó la cara y los senos.
    
    Yo estaba extasiada ante tanta carne dura que había traspasado mi cuerpo. Fui a enjuagarme al baño de allí y volví para volvérsela a chupar y él ni se inmutó. Siguió acariciando mi cabello y metiendo la mano por donde le era posible.
    
    Me cogió por segunda vez en la recámara principal y fueron otros treinta minutos de inmenso placer y de una buena cantidad de orgasmo. Yo ya no podía ni siquiera alzar las piernas pues estaba completamente agotada. Cuando eyaculó nuevamente me llenó el culo y la espalda de rica miel y volví a enjuagarme aunque esta vez las piernas me pesaban.
    
    Volví nuevamente a la cama y mientras él tomaba cerveza y se relajaba un poco yo seguí gozando de ese encuentro, un encuentro raro que se daba únicamente en fin de año.
    
    Ya entrada la tarde desperté y sentí su robusto cuerpo cerca. Él dormía pero su pene estaba allí, muy rico y no podía dejar pasar la oportunidad. Siguió dormido mientras yo le chupaba ese enorme fierro que se ponia erecto al mínimo toque. ...
    ... Estaba durísimo y yo me había masturbado con mano izquierda y me untaba saliva para que no hubiera problema para entrar. Me senté en su fierro y él se sobresaltó un poco, pero sonrío cuando me vio trepada en su verga una vez más.
    
    De allí, sólo sujetó mis nalgas mientras yo, en medio de mi cansancio, me movía frenéticamente. Tras varios minutos no pude más y me alcé un poco para mojar su pito con una corrida que me hizo gritar de placer.
    
    Me pidió que me acostara y entonces medio alzó mi pierna izquierda y comenzó a penetrarme nuevamente hasta que llegó el momento que yo no quería: Colocó saliva en mi culo y entonces ensartó ese verga en mi ano. Lo hizo lentamente y posteriormente me dio duro.
    
    Yo moría de placer debido a que con su otra mano jugueteaba con su dedo en mi vulva y eso me volvió loca. No dejé de gritarle que le diera más. Me culeó unos 10 minutos y cada arremetida me destrozaba mi ano pero yo estaba loca de placer y gimiendo muchísimo hasta que eyaculó en mi culo. Yo sentí delicioso pues su verga era incomparable. Habían sido varias cogidas y su leche calientita había recorrido mi cuerpo.
    
    Después de todo eso, nos bañamos y sacamos nuestra ropa de la camioneta y estuvimos un rato más en la sala. Realmente hemos hablado poco en todos estos años, pero no es necesario que hablemos tanto, nuestros cuerpos se adaptan perfectamente. Tenemos la misma calentura y respondemos frenéticamente al sexo, así que no sentimos culpa.
    
    Me llevó a la esquina de mi casa y ...