1. La soledad de los llanos (Capitulo 6)


    Fecha: 21/12/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Carlos Nagasaki, Fuente: CuentoRelatos

    CAPITULO VI
    
    UN ASESINO SANGUINARIO
    
    LEOBARDO “EL LOBO” RODRIGUEZ
    
    -no hay necesidad señor, por favor no nos haga nada… llévese todo, pero déjenos ir por favor-
    
    La exclamación del aterrado padre de familia no conmovió al despiadado asesino.
    
    -no se preocupe, no va durar mucho tiempo ¡Órale!... todos caminando pa´alla.-
    
    -Román llévatelos y me los preparas-
    
    -ta bien Lobo-
    
    Román Sandoval obedeció sin reparos. Era la mano derecha de Leobardo Rodríguez aliasEl Lobo. Se llevó a la desgraciada familia que tuvo la mala suerte de toparse en el camino al maleante más sanguinario de todo Jalisco. El Lobo y 4 secuaces tomaban todas las pertenencias de valor mientras los 5 miembros de la familia eran conducidos por Román Sandoval hasta un lugar solitario. Pasaron 15 minutos hasta que apareció Rodríguez. La familia estaba siendo apuntada con una carabina winchester. Lo que sucedió después fue innombrable.
    
    -listo Román…. de aquí me encargo yo-
    
    -ta bien jefe-
    
    -¡por favor¡.. ya tomó todo lo que quería, ¡déjenos ir, se lo ruego por el amor de dios! -La víctima suplicaba piedad.
    
    -hablas mucho-expresó El Lobo.
    
    <<¿Por el amor de Dios?>>
    
    Sacó su revólver calibre .45 y sin contemplaciones le disparó en la cabeza al conductor de la carreta. Su esposa e hijos presenciaron con terror el asesinato y cayeron en una crisis de histeria. La llorosa madre abrazó a dos de sus hijos mientras que el tercero escapó corriendo durante el asesinato.
    
    -¡órale cabrones, tras ...
    ... el escuincle[1]¡- ordenó el sanguinario asesino.
    
    El niño corrió a toda velocidad. Sentía como se levantaba el polvo a centímetros de sus piernas. Eran los disparos que hacían blanco en la tierra. Sin mirar atrás, sintió que tres balazos no habían causado daños terrestres. Comprendió que era el fin para el resto de su familia. Las lágrimas le brotaron mientras la velocidad de sus piernas alcanzaba su máxima capacidad. Se internó entre la maleza. Permaneció escondido bajo unos árboles tupidos. Se cubrió con ramas y hojas y esperó que los bandidos abortaran la misión de encontrarlo. El niño mordió una rama de mezquite para llorar sin ser escuchado. Dentro de su corazón sabía que su madre y hermanos habían corrido la misma suerte que su padre.
    
    Los 4 criminales que buscaban al niño regresaron con las manos vacías.El Lobo ya había asesinado al resto de la familia.
    
    -¿encontraron al chamaco[2]?- cuestionó Rodríguez.
    
    -no jefe- contestó uno de los bandidos.
    
    -¿Román?-
    
    Con una simple mirada, Leobardo Rodríguez ordenó a Sandoval el mortal castigo a sus propios secuaces.
    
    -¡no, no, no, espere¡-10 disparos sonaron de nuevo. Pero esta vez eran cuatro los criminales muertos.
    
    -esto es para cuando les diga algo… ¡lo hagan, carajo! - gritó con decisión el sádico asesino. El resto de los maleantes asintió con la cabeza.
    
    Leobardo Rodríguez aliasEl Lobo era un hombre nacido en Arandas Jalisco un 12 de Julio de 1883. A la edad de 5 años quedó huérfano cuando su padre murió ...
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