LOS COMIENZOS DE VALERIA
Fecha: 05/11/2020,
Categorías:
Zoofilia
Tus Relatos
Autor: CAMILA, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... saborearlos por lo que separo mis piernas. Empiezo a gemir de placer al sentir estas lenguas deslizarse por mi ano y entrar un poco en mi vagina y rozar mi clítoris. Por instinto levanto mis caderas y facilitando el acceso para ellos, por lo que el dogo intenta montarme. En mi cabeza solo giraba la idea de tener una verga dentro de mí en esos momentos, así que me bajé de la reposera y me puse en 4 directamente en el piso, y mientras el perro intentaba montarme yo fui abriendo más las piernas hasta lograr la misma altura y sentir casi al instante como su rabo golpeaba mis labios. Con una mano ayudé a guiarlo a la entrada de mi vagina, en tan solo un momento sentí su rabo entrar velozmente. Por momentos me hacía doler, pero el placer era superior así que solo me limitaba a gemir y disfrutar. Podía sentir como su bola crecía cada vez más regalándome placer en cada estocada.
Recordando las vivencias anteriores, con mi cara apoyada en el suelo, tomé sus patas para que no intente salir. Aunque él solo buscó recostarse sobre mi espalda mientras su verga me tiraba chorros de leche en cada palpitar. El gran danés me empezó a lamer la zona del clítoris por un buen rato mientras estaba quieta en esa posición. Eso y el palpitar constante del rabo en mi interior me hicieron acabar. Solté sus patas, pero él continuaba ahí palpitando en mi interior por otro rato hasta que decidió bajarse, solo ahí sentí salir parte de su leche de mi interior.
Me levanté y me dirigí al baño del quincho, ...
... sentía como el semen recorría mis piernas mientras caminaba, al entrar busque el espejo grande frente a la puerta y me puse en 4 para revisarme y ver que no tenga algún lastimado, estaba todo en orden. Pero en eso entran los perros y empiezan a limpiarme con sus lenguas la zona, por lo que sigo disfrutando mientras lo hacen. El otro dogo también quería poseerme así que me montó y buscaba penetrarme, lo logra casi al instante. Su cogida era diferente, estocadas más lentas, pero se sentía más profundo. Giré un poco mi cuerpo para ubicarme y ver por el espejo como su pedazo crecía en mi interior, su bola ya no salía y entraba, se movía dentro de mí. Tomé sus patas para sujetarlo mientras todavía estaba bombeándome. Nos quedamos así como por 15 minutos, ya cuando no sentía el palpitar de su verga en mi interior.
Este descargó más cantidad, por lo que tenía mis piernas correadas. Me quedé un momento en esa posición mientras ellos me regalaban placer con sus lenguas y yo admiraba el rabo que todavía permanecía duro, entendí el placer que me dio semejante bola en mi interior.
Pero aún faltaba uno que ya me mostraba su rabo saliendo de su capullo. Sabía que este iba a ser difícil, así que me ubiqué en cuatro sobre una banqueta que había en el lugar y apoyé mis manos en la pared. Después de varios intentos logró meter su pedazo en mi interior y me sacudía con violencia mientras yo disfrutaba al máximo. Pero empecé a sentir su bola haciendo presión para entrar y me asustó un poco; puse ...