LOS COMIENZOS DE VALERIA - Relatos Eróticos

LOS COMIENZOS DE VALERIA

... una mano como tope para evitar que ingrese y lo dejé bombear hasta que se detuvo. Aun así, sentía como un gran pedazo de carne latía en mi interior.
Se quitó de mí y empezó a buscar lamerse el rabo que aún tiraba chorros de leche. Aproveché me chupárselo yo, me ubique debajo y le regalé unos ricos besos para que me llenara de leche la cara y el cuerpo. Mientras degustaba apreciaba el tamaño que tenía, y se me puso en la cabeza que lo debía hacer entrar todo en mi interior. Guiándolo con el collar lo hice recostar y me puse sobre él para meterme su verga que seguía dura. De a poco fui presionando más que parte de su bola intentaba ingresar; continué presionando hasta lograrlo, pero era tan grande que ya no me pude mover. Solo atinaba a moverme en círculos que es lo único que me permitía su verga, y lo hice hasta que sentí otro orgasmo. Ya satisfecha, me retire al trabajo.
Desde entonces casi todas las mañanas tengo mi dosis de leche, aunque por el tiempo no siempre puedo hacerlo con todos a la vez como en esta ocasión. Ya me siento más satisfecha y esto ayudo a mi matrimonio. Ahora los perros acompañan a mi marido para despedirlo y vuelven contentos con su ama y perra para poseerme.