ORGIAS EN AFRICA CON MI AMIGA ANA - Relatos Eróticos

ORGIAS EN AFRICA CON MI AMIGA ANA

... dijo que por la tarde me visitaría de nuevo, y yo lo esperaría ansiosa.
Me higienizo y me voy a la carpa, donde encuentro a Ana siendo clavada por varios pendejos, que, según ella, le dijeron que era su primera vez así que decidió ser ella su debutante. Yo me quedé grabando mientras veían como los pendejos se descargaban en su interior.  Después que estos 6 chicos terminaron, ella se fue a lavar y salimos a caminar para relajarnos un rato sabiendo que mas tarde deberíamos cumplir con nuestros machos nuevamente. Lo más increíble era continuar calientes esperando nuevamente algún encuentro que saciara nuestros agujeros.
Solo almorzamos unas frutas que llevamos para nuestra caminata, debajo de un árbol con vista a la plantación de té, pero en un momento vemos que nos estaban observando. Los chicos de la aldea nos estaban siguiendo, simplemente nos miramos con Ana y les pedimos que se acerquen. Ya no eran 6, eran como 14 jóvenes de diferentes edades aparentemente. La excusa fue que unos amigos también querían debutar así que aprovechamos de saciar un poco nuestros agujeros mientras les enseñamos a estos chicos. Nos atendieron varias veces así que estuvimos ocupadas por un buen rato. Cuando regresamos a la ...

... aldea aprovechamos de dormir para recuperar fuerzas e higienizarnos.
Llegada la noche, estábamos listas para ser penetradas salvajemente por estos hombres pijudos. De a poco empezaban a llegar a nuestra carpa para tomarnos a su antojo y llenarnos todos los orificios de leche. Yo ya no podía tragar mas leche, sentía el malestar estomacal así que escupía lo que depositaban en mi boca. Mis agujeros estaban ardidos de tantos rabos que pasaron esa noche dejándonos bañadas en leche y desmayadas del cansancio. Al día siguiente recién reaccionamos pasado el medio día. Tuvimos que dormir mucho para recuperarnos. Ese día pedimos descanso, pero por la noche igual nos dieron unas buenas cogidas.
Al final nos quedamos por una semana ahí, donde nos sacudían donde nos encontraban, a veces uno solo y otras entre varios. Pero recibimos leche de a montón. Nos fuimos comprometidas a volver algún día a vivir esta experiencia.
Ya en el vuelo de regreso, Ana me confesó que estaba cansada de ocultarse para vivir estas aventuras, así que se dedicaría al porno y prostituta vip. Con el lomo de ella seguro se volvería rica en poco tiempo. Fue nuestro último viaje juntas, yo prefiero seguir con el anonimato y disfrutar a mi manera.