1. Una para todos


    Fecha: 24/12/2017, Categorías: Sexo Virtual, Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    Primera parte
    
    Aunque Fernanda y Ricardo llevaban ya unos cuantos meses de novios, nunca habían tenido la oportunidad de coger en plenitud. Solo un par de veces en el asiento trasero del auto de Ricardo y unas cuantas mamadas en baños públicos. Llevaban semanas planeando tener un buen día de sexo. Y la oportunidad se daba el lunes en que Ricardo tomaría un día de descanso en el trabajo. La pasantía lo tenía exhausto y había logrado que le dieran un lunes libre. Así que cumplirían alguna de las tantas fantasías que tenían en mente. Aunque Ricardo es atlético y bien parecido. Todo ser viviente es opacado por la belleza de Fernanda, mide más de 1.70 y su pelo castaño casi rubio hasta la cintura la vuelve un objeto del deseo en donde quiera que se para. Además las piernas largas sólo son la antesala de un hermoso y monumental culo, y la cintura pequeña lo hace lucir como un Diosa. Por si fuera poco, los ojos de color y la pinta de niña bien logra que todos, absolutamente todos envidien a Ricardo.
    
    Ese día Ricardo despertó con una erección particularmente fuerte, sabía que por fin disfrutaría por completo de Fernanda y ella le había pedido que la sorprendiera e hicieran cosas locas. Así que, tomó las llaves de su auto y se fue directo a la casa de ella. Por su parte Fernanda, Al no asistir a la facultad, aprovechó y durmió un poco más de lo normal. Hasta que sonó un mensaje en su móvil.
    
    “Buenos días amor, ya voy en camino”
    
    Fernanda camino en calzones por la casa vacía, ...
    ... tanto su mamá como su papá salían a las ocho en punto a trabajar. Y su hermano ya debería está en la escuela. La ausencia del auto compacto de su padre y la camioneta de su madre lo confirmaban. Después de comer un poco de fruta, se dio un baño y se puso el conjunto blanco de tanga y brazier que había comprado el fin de semana, y los ligueros que tenía hace meses. Por fin tendrían un buen uso. Sonó el timbre y sin temor a que los vecinos l vieran atravesó el patio en lencería y abrió la puerta segura de que se trataba de Ricardo.
    
    —¡Esto es un asalto!
    
    Grito Ricardo y la jalo hacia la casa, aunque traía una capucha en la cabeza, y su arma era su mano haciendo forma de pistola, su eterna playera de los Rolling Stones lo delataba, aun así Fernanda siguió el juego y levantó las manos, fingiendo un gran susto.
    
    —¡tome lo que quiera, pero no me lastime!
    
    El bulto en el pantalón de Ricardo crecía mientras veía el contoneo de esas nalgas camino adentro. Aprovecho y le puso unas esposas de plástico que tomó de los juguetes de su hermanito. Ya adentro le coloco una venda en los ojos, mientras cruzaban la sala. Aunque conocía bien el camino. Era la primera vez que entraba a la habitación de su novia.
    
    —¡De rodillas puta!
    
    Sabía que su hermosa novia de cara tierna llevaba una puta dentro, y le excitaba que le hablara como una.
    
    —¡Abre la boca pendeja! ¡Me vas a mamar la verga o te mato cabrona!
    
    Sin pensarlo, Fernanda abrió la boca. Aunque tuvo que esperar a que él se ...
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