Sandia grande no come sólo. 2. - Relatos Eróticos

Sandia grande no come sólo. 2.

Para entender mejor el contexto de este relato, sería bueno revisar primero el relato 1 "Sandia grande no come sólo" en https://relatoseroticos-club.com/45857_sandia-grande-no-come-solo

Ese día regresamos Carolina y yo a casa, me costaba adaptarme a los cambios, aunque irónicamente nuestra relación del día a día no sufrió grandes modificaciones, ni siquiera el sexo  que era de manera habitual, aunque, mi nueva normalidad, era ser la novia lesbiana de mi novia. Era increíble el cambio que las operaciones, las inyecciones y otros procedimientos estéticos habían hecho en mi, la realidad, es que no había terminado de decidir si mi sexualidad iría acorde a mi nueva forma, no sabía si me gustaban los hombres, pero si estaba segura que el lucir como mujer me tenía en un estado de excitación permanente, no sólo me gustaba mirarme al espejo, literalmente gustaba de mirarme a mi, apreciar mis curvas, empinarme, parar el culo, ponerme de lado, caminar, hacer todo tipo de actos sugerentes frente al espejo, y me excitaba pensar que pudiera generar el mismo efecto en otras personas, que me desearán así como yo me veía. Al terminar de desincharse los implantes, me dejaron las medidas y proporciones perfectas de una amazona, me gustaba jugar con distintos cambios de ropa, pero sobre todo, y más allá de vestir correctamente como Carolina me guiaba, me gustaba sentir la ropa de texturas sintéticas apretando mi cuerpo, realzando mis curvas, así transcurrían los días, sin salir mucho ...

... realmente, hasta ese día que mi ama, decidió que era momento de presentarme en sociedad.

Como era de esperarse, escogí un enterizo ajustado, de tele ahulada, con un enorme escote al frente que cruzaba las cintas en el busto para amarrarse por la espalda, así podía lucir mis nalgonas, mis caderotas, rebotar en todo su esplendor mientras mis pantorrillotas se afilaban aún más por los tacones y mis tetotas, enormes, lucían esplendorozas al ser levantadas por las cintas, sobre todo sujerentes con la posibilidad de ser desatadas y caer para presentarse al espectador afortunado que se atascara con ellas. No use absolutamente nada de ropa interior, por un lado mis senos postizos no lo requerían y me encantaba transparentar pezon, por otro lado, mi tanga se marcaba mucho en la tela tan elástica que se esforzaba de más por mis curvas, sólo me preocupaba que mi bulto me delatará, pero había decidido que ese no sería un impedimento. 

Yo imagine que el evento sería una reunión, pero no fue así; Carolina se presento ante mi, con unos leggins deportivos muy coloridos, sus tacones en una mochila, una blusa blanca que dejaba ver todas sus tetas negras, los leggins multicolor transparentaban una tanga que traería algún arillo encima de su culo amarrando los hilos, similar al bra. Me extraño verla así, pero dado que no le gustaba ser cuestionada no lo hice. Eso si, su culo se veía delicioso, era un reloj de arena perfecto como ya se las he descrito, aunque lo importante por ahora soy yo.

Paso ...