1. El error de mi mujer


    Fecha: 09/12/2020, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: yemo50, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... para poderla coger más profundamente.  Ella se prendía a mi cuerpo y sentí sus uñas en mi espalda.  Estuve penetrándola asi por un buen rato hasta que la oí llegar a un brutal, pero rico orgasmo.  Ella gritó y se quejó un buen rato.
    
    Yo entonces, la cambié y la puse a horcajadas sobre el sofá dándome la espalda, su trasero era redondito como había supuesto.  Me agaché para darle varios besos húmedos y lamidas a sus nalgas, mientras mis dedos entraban y salían de su ya mojada vagina.  Ella se fue excitando de nuevo.  Luego de unos minutos, me levanté para cogerla, pasé mi verga por sus nalgas y por su orto, luego bajé a su vagina y la penetré de nuevo.   La tome por la cintura y comencé a darle buenos empellones, mi verga entraba y salía completamente de su cuerpo caliente.  Griselda gimió y gimió hasta que llegó a otra corrida.  Yo también estaba por llegar a mi climax, le pregunté si se estaba controlando, ella me dijo que no tomaba nada desde que se fue su marido, entonces saqué mi verga en el momento justo y eyaculé sobre sus nalgas y lindo culito.  Nos quedamos abrazados en el sofá mientras nuestras respiraciones se nivelaban.  Un rico primer palo con Griselda.  A partir de ese día fui amante de la sirvienta que escogió mi mujer.
    
    Comenzamos a tener relaciones una o dos veces a la semana, ella se fue desinhibiendo poco a poco, luego demostró ser la mejor pareja en la cama, me mamaba la verga como una diosa, luego le encantaba variar en la ...
    ... cama con muchas posiciones, yo le echaba dos palos por encuentro sexual, ella llegaba con mucha facilidad al climax, solía tener entre tres a cinco orgasmos.  Por supuesto que yo le fui mejorando su cuarto, le cambié los amueblados, la cama y la cocina.  Yo en lugar de ir con mis amigos, me iba a cogerla.   En la casa apenas cruzabamos palabras y miradas, pero cuando estabamos juntos nos comíamos el uno al otro.
    
    Pasaron los meses y del esposo de Griselda ni señas.  Cuando cumplimos seis meses de nuestro primer encuentro, le pedí que me diera su orto, el cual era virgen aún.  Le dije que quería ser el primero en ese agujerito.  Ella se puso a ver como complacerme, me pidió que le comprara una encaminador anal, en una tienda de artículos íntimos, se lo compré y una noche la ensarté por atras, ella era muy cerradita de ese agujero, pero con el encaminador y aceite para bebes, logré desflorarla, luego cada vez que nos encontrabamos le pedía cogerla por allí y ella aceptaba con gusto, hasta que logré que se viniera ensartada por atras.  
    
    En una ocasión me dijo que no le había venido la menstruación, ella ya tomaba pildoras.  Pero solo fue un susto.
    A pesar que prometimos no enamorarnos, yo creo que Griselda ya no quiere que regrese su esposo, me dice que nunca había gozado tantas relaciones sexuales increibles, que no sabe en este momento que haría cuando regrese su marido.
    Griselda es muy cachonda en la cama, ella me dice que nunca había sido asi. 
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