Me equivoqué con el don, es todo un macho - Relatos Eróticos

Me equivoqué con el don, es todo un macho

Hola, me llamo Sandy, tengo 21 años y soy de tez clara, delgada y cuido mucho de mi cuerpo, mis senos son grandes y me encanta lucirlos.

Tengo una bebé de un año y medio, ya no vivo con su papá aunque de vez en cuando seguíamos cogiendo en cualquier oportunidad, y digo de vez en cuando porque desde que me volví la putita de don Fernando, éste ya no me lo permite...y ni me dan ganas jejeje

Resulta que don Fer es un señor de edad incierta rondará los 45 o 50 años pero se ve como de unos 40, muy serio el señor, respetuoso y  varonil, divorciado y con dos hijos menores de edad, está a cargo de su mamá y una sobrina de quién soy amiga, vivimos cerca y continuamente la visito y le coqueteba al señor, me gustaba ver cómo se ponía nervioso con presencia, como discimuladamente me veía las nalgas y piernas y aunque vacilaba mucho conmigo nunca me faltó al respeto..
Mi hermana mayor igual le coqueteaba pero sin éxito alguno, ella es muy bonita también pero su cuerpo es más llenito, más nalgona y con unos pechos enormes, no se a cuántos ya se ha cogido pero con este señor nomás no.
Y fue ella precisamente quien me hizo dudar de las preferencias sexuales del don, por más que le coqueteaba y se le ofrecía sutilmente el no le daba ninguna importancia.

 Yo me resistía a creer en que un hombre así como el fuera homosexual, y varias veces en que llegaba a su casa en dónde también tiene su negocio, le saludaba de beso y le abrazaba respetando mi cuerpo junto al suyo, sentía sus ...

... brazos fuertes devolverme el abrazo pero solo eso, recargaba mi cabeza en su pecho y podía escuchar los latidos de su corazón a la espera de que se acelerara al sentir mi cuerpo. Fui atreviendome a más, a respirar le en el cuello tomarle de su "pancita" que aunque no es gordo si tiene un poco de ella, incluso alguna ocasión llegué a posar mi mano un poco más abajo de la hebilla de su cinturón pero el don era un hombre de hielo.

Una tarde fuí a buscar a su sobrina y estaba el solo, habían salido y el pintaba la herrería de su casa, como siempre me le fui pasandole por  enfrente, vestía yo un shorts cortito y pegado y levantamos aún más mis nalgas y sacaba mis pechos para ponerlo nervioso. Cuando empezó a pintar la parte de abajo de una puerta me dice que ya le dolía la espalda de estar agachado

-Tenga cuidado don, que tal y así como está le llega por detrás su trabajador, lo bueno es que hoy no está.

Me volteó a mirara a los ojos muy serio pero a la vez queriendo sonreír

-No mija, yo no le hago a eso, a mi edad y tanto tiempo de cuidarme como para en un ratito perder hasta el orgullo como que no.

-¡Quien sabe don! ¿Que tal y me está usted engañando y ya probó?  
Hasta yo misma me sorprendí de lo que le dije, pero ya lo había hecho y solo sonreí sin apartar mi vista de la de el

-Habiendo tanta chica hermosa y pensar en joterias no va conmigo

Al decirme esto se levantó y se acercó a mi, yo no me moví de mi lugar y aunque el don estaba sudando y aparte olía a ...