Me equivoqué con el don, es todo un macho - Relatos Eróticos

Me equivoqué con el don, es todo un macho

... me había soltado de las manos y tenía mis codos recargados sobre esa mesa y mi cara metida entre mis manos, sudaba copiosamente cuando don Fer se levantó y fue entonces que sentí algo suave y caliente en mis nalgas, era su miembro caliente que se quería abrir paso entre ellas, intenté evitarlo pero un suave empujón hacia al frente me hizo quedar acostada en escuadra sobre esa mesa quedando mi trasero a su entera disposición, no tarde en sentir como se fue abriendo paso entre mis nalgas y cuando menos lo pensé ya estaba yo ensartada en su cosa.

Empezó a bombearme cambiando de ritmo constantemente, en ratos era lento y me hacía gemir quesito, pero de un momento a otro eran embestidas furiosas escuchandose como sus testículos chocaban contra mi, ya sentía mis ojos hinchados de tanto apretarlos y me sentía desmayar, aún y cuando lo estaba gozando como nunca antes lo había hecho, algo me decía que ya no debía seguir, que mi atrevimiento había llegado muy lejos, pero de mi boca no salía palabra alguna, solo gemidos y gritos de placer..
Me tomo del pelo y me jaló hacia atrás, no fue brusco ni violento pero si fuerte, cada cosa que me hacía me provocaba un placer desconocido.

Después me tomo del cuello con su fuerte brazo y me atrajo hacia él sin dejar de cogerme como lo venía haciendo, cuando su boca quedó cerca de mi oído me dice con voz entrecortada

-Me gustas mucho cosita, yo te respete mucho pero no soy de piedra, y ahora eres mía, solo los lo entiendes, que rico es ...

... ganarse una putita y tú serás siempre.mi putita, solo  mía ¿ entendido?

-Si, solo tuya papi

Cuando sus embestidas eran más intensas y sentí como su miembro se hacía más grande dentro de mi, lo saco y se vacío en mi espalda, de igual forma yo sentí como mis jugos bajaban entre mis piernas, tanto que en un momento pensé que me había probado.

Apenas nos tomamos un respiro y me tomo quedando frente a mi, mi chupo los pezones de una manera que me hizo pedirle más, que me siguiera cogiendo

-Me gusta mucho como me estás cogiendo papi, sigue, quiero mas- le decía con voz melosa

-Yo sabía que eras bien cachonda, y lo mejor es que ahora serás solo los, no me pidas nada que nompueda darte, se discreta y verás que la vamos a pasar muy bien cosita.

No le respondí, bese su boca por primera vez y la respuesta a ese beso me llevo al cielo de nueva cuenta, sentí mi sangre hervir, al igual que sus caricias, no pedia, tomaba, su lengua buscaba la mía, recorría con ella el contorno de mis labios y sus manos apretaban mis nalgas, se agachó un poco para acomodarse y metió sus brazos entre mis piernas para abrirme las al cargarme, de esa manera me volvió a introducir su miembro, yo sabía que era un hombre fortachon, y mis 52 kilos de peso no eran nada comparado a lo que yo veía que cargaba. Sus manosmoosadas en mis nalgas servían como resortes para moverme de arriba a abajo a la vez que me las abrian y sus dedos acariciaban mía colita hasta que logro introducir un dedo en ella, me ...