Me equivoqué con el don, es todo un macho - Relatos Eróticos

Me equivoqué con el don, es todo un macho

... pintura sentí un estremecimiento en mi cuerpo que mi pole se me erizo, no me dijo nada pero lo notó.
Hice el esfuerzo por recuperar la cordura me di la vuelta y me agache a levantar unos papeles que estában tirados, la verdad no fue por acometida, sino para mostrarle mis nalgas provocando lo de nueva cuenta, pero lo que siguió no me lo esperaba; me tomo del brazo y me dijo muy serio

-Mira niña ya basta, quieres jugar con fuego y ya te vas a quemar

-¿Yoooo? Le dije restándole importancia

- Si, tu. Ven para acá.
 Al decirme eso me tomo de un brazo y me condujo a unas escaleras que dan a una especie de sótano en dónde guarda herramientas, mercancía de su negocio y otras cosas más 


No me jalaba, me conducía firme y yo por la sorpresa no opuse resistencia sino al llegar al termino de la escalera cuando intento meterme a su bodega.

-No, sabe, ya me voy, ya es tarde

- ¿Te vas? No mamacita, antes de que te vayas ven un momento.
Y me jalo suavemente al interior de ese lugar a media luz.

Me llevo hasta un ricón en dónde había una especie de mesa de trabajo y se colo tras de mi tomándome una mano que condujo hasta su miembro por encima del pantalón, estaba duro ese bulto y yo no sabía que hacer, mis coqueteos habían llegado muy lejos. Me tomo por la cintura y sus manos entraron bajo mi blusa hasta alcanzar mis senos, yo estaba asustada y exitada, no pedía, tomaba lo que quería, mejor aún tocaba dónde sabía podía provocarme sensaciones únicas, me masajeaba los ...

... pezones y me besaba el cuello, su respiración era muy agitada y yo no sabía ya que hacer, de pronto bajo una mano y trato de meterla por mi shorts y mi pantaleta, en un impulso por evitarlo encogí mi cuerpo pero mi cuerpo en general se repego al de el y mis nalgas sintieron el bulto de su miembro en ellas, lo sentí esta vez más duro y grande, metió un brazo entre mi abdomen y con el otro me empino hacia adelante quedando recargada contra el mueble que tenía al frente y mis nalgas levantadas en dirección a el.

Fue entonces que me bajo mi shorts y pantaleta juntos.

-Vamos a ver perrita, con que estás mojadita, que rico.

-No, no es eso don, es que me acababa de bañar cuando vine para acá. Fue la excusa más tonta que pude haberle dado ya que aunque tendría a lo máximo una hora de que me había bañado, lo mojado era debido a mi excitación y el lo sabía.

-Lo se perrita, hueles a limpio y me gusta, eso merece un premio para ti.

Cuando dijo eso me extraño pues no entendí pero me tomo de las dos manos y me las coloco en mi espalda tomandolas y aprisionandolas con una sola de sus grandes manos para incarse tras de mí y sin más metió su cara entre mis nalgas, sentí su lengua ensalivarme mi cola, era una nueva experiencia nunca antes vivida, su papá de mi nena lo más que me hizo fue besar y morderme mis nalgas, lamer mi vagina pero nunca mi ano.  Me sentí desfallecer y lancé un grito placentero, su lengua recorría mi ano y entraba a mi rajita toda mojada, para ese momento ya ...