1. Visitas a mi vecino (El farmacéutico)


    Fecha: 27/12/2017, Categorías: Confesiones Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    Estuvimos follando, hasta que el tío Enrique y sus amigos decidieron irse a cenar a Segovia.
    
    ¡Bueno!... un poco más…
    
    ... porque, Loren y yo le habíamos cogido el gusto y no terminábamos de desengancharnos.
    
    - Son casi las nueve, chicos, dijo Mario, después de despedirlos.
    
    Pero, nos vio tan vigorosos que nos pidió guerra… y, nos lo follamos a saco durante mas de diez minutos...
    
    Luego, le pedí a Loren que se metiera conmigo en el jacuzzi; pero, Mario empezó a meternos prisa, para que nos fuéramos y... no quisimos estropearle el plan. Así que, terminamos dándonos una ducha rápida…
    
    ... y acompañé a Loren hasta la entrada del metro.
    
    - ¿Que tal lo has pasado, tío?
    
    - De auténtico vicio, tío… y nunca mejor dicho. ¡Como me gusta tu rollo!… cuentas conmigo ¿no?
    
    - Para lo que tu quieras,… y te digo lo mismo… cuentas conmigo ¿no?
    
    Chocamos nuestras manos y juntamos nuestros cuerpos para darnos un bocaito en el cuello... y un beso en la mejilla ¡eh!… y nos despedimos.
    
    Mi abuelo estaba esperándome porque, quería hablar conmigo... y, me preguntó que, porqué me había retrasado tanto.
    
    La verdad, es que solía llegar a casa entre las ocho y media y las nueve de la tarde... para cenar; y, con unas cosas y con otras, ya eran las once menos cuarto.
    
    - Lo siento “abu”. Es que, hoy, hemos conocido a unas chicas... y, claro, las hemos tenido que acompañar a casa.
    
    - ¡Bueno, vale!. Si tampoco corre ninguna prisa, dijo mi abuelo
    
    - ¡De verdad abuelo!... que, ya ...
    ... sabes que yo nunca vengo tarde a cenar. Además, hoy ya no voy a salir mas. Voy a quedarme en casa; así que, podemos hablar tranquilamente.
    
    - ¡Bueno!, no es que sea muy importante, hijo. Solo, es que, me gustaría que estuvieras aquí mañana para comer conmigo. He invitado a un amigo, que me gustaría que conocieras.
    
    Conocía a tu padre... y siempre me pregunta por ti. Dice que te ve pasar casi todos los días cuando vas al cole, desde su farmacia, pero que como no te conoce bien, no sabe si realmente eres tu ó se está confundiendo con otro. Por eso, le he invitado a comer mañana… y así, te conoce. ¿Te parece?
    
    - Eso está hecho “abu”. Mañana vengo a comer con vosotros. ¡No te preocupes!
    
    Después de cenar, aunque me sentía un poco cansado, me puse con algunas cosas que tenía pendientes. Trabajos del cole.
    
    Y, a la mañana siguiente, cuando abrí los ojos, me encontré con que mi abuelo estaba sentado en una silla; mirándome, mientras dormía.
    
    - ¡Buenos días, “abu”!… y alargué la mano para coger la manzana que tenía para mi
    
    - ¡Buenos días, Diego!
    
    Según mi abuelo, una manzana es lo mejor que puedes darle a tu cuerpo en ayunas. Dice, que si te comes una manzana todos los días antes de desayunar, nunca tendrás problemas de estómago; así que, desde que vivo con el, es lo primero que me como todos los días… y luego, desayuno.
    
    - No se te habrá olvidado que mañana es mi cumple ¿no?
    
    - ¡Claro que no, hijo!… ¿que quieres que te regale?
    
    - Es que... es un poco caro ¡eh ...
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