La esposa de mi sobrino tiene un culazo - Relatos Eróticos

La esposa de mi sobrino tiene un culazo

Quiero compartirles una deliciosa vivencia sexual.  Por cierto soy Hugo.
Tengo 35 años, cinco  años menos tiene mi sobrino Rene, él está casado tiene dos hijos, su esposa es Dayana de 24 años.  Ella es bajita, sus tetitas son de quinceañera, pequeñas redonditas, pero lo que es muy llamativo y esculpido por arquitecto es su culo, sin ser excesivo en volumen es redondo y parado, cuando se pone pantalones apretados y camina por la calle, lo bambolea y te hace voltear para verlo.  Con ella tenemos cierta confianza, y yo le he pedido que me dé de probar su lindo trasero, pero ella se ha mantenido fiel diciendo que tiene todo lo que quiere con su esposo Rene.  Sin embargo cuando estoy presente, bambolea más su lindo culito.  

En el verano del 2019, en familia nos fuimos a la playa, iba mi abuelo y abuela, Rene, su esposa y sus dos hijos, mi hermana. mi cuñado y su hijo en dos autos.  Mi hermana, Dayana y mis abuelos, jugando en la arena.  Dayana tenía puesto un traje de baño de dos piezas, y la verdad se veía riquísima, la tenida de sus dos hijos la había puesto mejor que siendo soltera.  En mi caso, yo me echaba las cervezas con mi cuñado y Rene.   Con unas tres cervezas bebidas, me aparté, mi cuñado y Rene siguieron libando.  Le dije a Dayana que nos metiéramos al mar, ella le dejó sus hijos encargados a mi hermana y nos fuimos metiendo al mar, ella me dijo -Hugo, no nos vayamos tanto, recuerda que yo no se nadar-.  Le contesté -como es posible eso,  ven yo te enseño ...

... rápido-.  La tomé de la mano y la fui metiendo hasta que era profundo, ella se colgó de mi cuerpo y sus piernas me aprisionaron por la cintura, que rico sentí como su vulva quedó presionando mi paquete, claro que con nuestros trajes de baño.  Yo soy buen nadador, asi que flotábamos en ese momento.   Intenté que ella se soltara para enseñarle, pero no quiso soltarse de mi, cada vez que se movía frotaba su vulva contra mi pene, comencé a tener inmediatamente una buena erección.  Ella lo sintió y me dijo -Oye, como te estas poniendo!, recuerda que soy la esposa de tu sobrino-,  entonces le dije -ay perdón, no lo hago a propósito, lo que pasa es que te ves bien deliciosa con ese traje y no lo puedo evitar, soy hombre-.   Hubo algunos segundos de silencio.  -Y tanto te gusto?- me preguntó.  Eso ya cambio la conversación.   -uy desde hace mucho tiempo, no te acuerdas que te he pedido que nos demos un revolcón, puro sexo sin compromiso y no has querido-.   Hubo otro lapso de silencio.  Entonces sentí como ella comenzaba a mover su vientre y su vulva contra mi verga, mi erección fue total,  -que rico!!- le decía yo.   En eso yo le metí mis dos manos tomando sus nalgas, lse los acariciaba lujuriosamente, incluso llegue a pasarle los dedos por el culito y la raja y ella solo emitió varios gemidos, luego se las apretaba y ayudaba a frotarme contra mi verga.  Dayana no dijo nada.  Los dos comenzamos a excitarnos bastante.  En eso yo con todo ese movimiento del mar, me bajó el traje a los muslos ...