La esposa de mi sobrino tiene un culazo - Relatos Eróticos

La esposa de mi sobrino tiene un culazo

... y haciendo a un lado el traje de baño de Dayana y en un movimiento rápido le inserto mi verga en su rajita, ella gime y trata de zafarse pero sin mucha intención.  Mi verga queda metida a la mitad en su vagina.  -Qué haces Hugo?- me dice ella, pero yo comienzo a mover mis caderas y la levanto y la dejo caer para que mi verga le entre toda, sin mucha resistencia de Dayana en un minuto se la tengo toda metida.

Luego de luchar un poquito para zafarse, Dayana empieza a gozarla.  Ahora ella se mueve de arriba a abajo sin que yo lo haga. -ay que rico Hugo, que rico siento tu verga en mi cuca-, entonces entramos a un buen ritmo, ese momento estábamos bien metidos en el mar que los que estaban en la playa apenas se veian.  -ay por tu madre, que rico, me corro, me corroooo!- decía la bella Dayana cogiendo conmigo en el mar.   Yo seguí metiendo y sacando mi verga de su raja, hasta que me corrí también, le llené la vagina de mi leche caliente.  Ya repuestos, comencé a llevarmela de regreso, ya cuando se podía parar en la arena, la bajé y ahora salimos caminando, ella se iba limpiando su rajita con el agua del mar, llegamos a la orilla y nadie notó nada, que alivio.  Ella se fue con sus hijos y yo regresé a donde estaban mi cuñado y mi sobrino.  Hasta me preguntaron como estaba el agua.

Ya estaba cayendo el sol, cuando mi hermana llegó con nosotros y nos dijo que la habían llamado por teléfono diciendo que la mamá de su marido o sea mi cuñado había tenido un derrame cerebral y que ...

... la estaban trasladando al hospital, y ellos comenzaron a guardar todo, salieron de emergencia, pero solo nos quedamos con un auto y era un Kia Picanto y éramos  mi sobrino Rene, Dayana sus dos hijos, mis abuelos y yo   Entonces nos distribuímos asi,  Rene manejando, de copiloto mi abuelo y un hijo de Dayana en sus piernas,  atrás mi abuela (que es un poco regordeta) quien llevaba al otro hijo de Dayana en sus piernas y luego yo y Dayana en mis piernas.   La diosa fortuna quiso que yo llevara sobre mi verga el bello culo de Dayana.  Era un deja vu.

A los quince minutos, mis abuelos y los hijos de Dayana iban dormidos.  Fue cuando comencé a tocarle las piernas a Dayana, ella me pellizco para ponerme en mi lugar, pero yo seguí a los pocos minutos, entonces mi sobrino comenzó a charlar con Dayana, sobre cosas triviales, tal vez para no dormirse manejando, nada importante.  Yo ya tenía una mano dentro de los pantaloncillos cortos que llevaba ella, ella me volvió a pellizcar, pero yo llegué a la tierra prometido, a su rajita y comencé a acariciar su conchita peluda, la rajita de Dayana se comenzó a mojar toda.  En eso le digo -levántate un poquito solo me acomodo mejor-, ella se levanta y aprovecho para bajarle su pantaloncillo con todo y braga hasta los muslos y me saco la verga que ya esta parada en toda su magnitud, en un acto de valentía y calentura.   Ella sabe que no puede quejarse y que su marido se de cuenta de todo, asi que no dice nada ni hace nada.  Cuando se sienta ...