1. Iniciación con mamá Parte 1


    Fecha: 26/12/2020, Categorías: Lesbianas Tus Relatos Autor: Karol, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... posesionó del manjar, cul
    
    minando con su delicioso pezón. Lo chupé como niño que hacía tiempos no había probado dulce alguno, y ma dejaba que su niña poseyera ese frutito. Pasé al otro pecho y repetí mi gozosa comilona. Ma lanzó por fin un gemido. –Que rico, mi niña, que rico… – Ma, no es justo que un cuerpo tan hermoso lleve tanto tiempo sin que se le trate como corresponde – le dije directamente – Prométeme que vas a dejarme hacerte feliz esta noche, ¿de acuerdo? Ella dudó un poco, pero mi mirada fue amenazante. – Si, mi niña, haz como quieras… La besé no ya como hija sino como amante, esta vez ella fue más receptiva, y nos pasamos un buen rato dándonos lengua y saliva. Mi mano bajó de una a su vientre y le sobé la vagina por sobre la ropa de dormir. Metí mi impaciente mano por debajo de su calzón y suspiré al volver a perder mis dedos en su bosque. Ma abrió un poco sus piernas. En ese momento la sentí totalmente mía y mi lujuria se multiplicó. Me puse al frente de ella de rodillas y le quité pantalón y calzón, de una. Su mata de pelos y labios quedaron expuestos a mi vista. Lancé un grito de placer.
    
    La luz de la mesa de dormir no era fuerte, pero suficiente para disfrutar del espectáculo. – Ábrete – le ordené. Ma abrió sus piernas y su fruta quedó a mi merced. Besé sus muslos un rato, jugueteando con acercarme o no a su vulva, hasta que no pude contenerme más y le besé su rica vulva. Ma gritó y se movió un poco, pero mis manos la contuvieron. Lamí de arriba abajo ...
    ... con fruición, con mordiscos suaves, halando sus labios y besando sonoramente. – Que cuca tan rica, tan dulce… que tesoro tan rico… jadeaba. Al fin mis dedos separaron los labios y mi lengua entró, otro gemido de ma. ¡Pobre ma, con su coño sin atención por tanto tiempo! Ma jadeaba quedamente y me obsequiaba con sus jugos. Yo seguía comiendo sin parar. Entonces tomé sus piernas y la obligué a ponerlas hacia atrás, sobre sus pechos. Su trasero totalmente expuesto me calentó a mil. Puse una almohada debajo. Ma se sostuvo sus piernas con sus manos, en total actitud de sumisión. Sumisión que me aceleró. Volví a devorar coño, esta vez con lengua y dedos, el jadeo de ma era más continuo. Unté un dedo saliva y lo puse en el ojete. Ma gimió. Sin cesar mi ataque de lengua, el dedo se hundió más hasta que entró seguido de un grito de ma.
    
    La poseí con el dedo largo rato, sin dejar de penetrar su gruta con mi lengua. Abrí sus nalgas y sin más le besé el agujero, ya dilatado. Yo estaba como loca y ya nada me importaba. Ma gemía casi de continuo. – Hija, que rico, como lo haces, que rico… ohhh…. Entonces levanté su trasero de tal forma que quedó a mi altura, la tomé de las caderas para acercar su trasero a mi boca. Ma se ayudó. – Abre las nalgas – le ordené. Obedeció al instante. Al hacerlo su ojete quedó totalmente expuesto. Lo inundé de saliva y con una mano lo manoseé sin misericordia. Un dedo, ahora dos, entraban y salían a su antojo. Ma se abrió aún más sus pobres nalgas lo cual me ...
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