1. Mis recuerdos desde Lisboa. Capitulo 1


    Fecha: 28/12/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: RamiroM, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... repente exclamo como quien de pronto le sobreviene una preocupación: disculpe, señor… Ramiro, necesito hablar a solas con usted… me dijo que vive en Europa, ¿cierto?.. Agrego haciendo pausas de por medio, como midiendo las palabras…es algo personal que quiero comentarle, quizás pueda ayudarme... ¿Tendrá unos minutos?... Lo miré asombrado de que eso se atreviera a hacer, después de tanto tiempo, sorprendido de que le siguiera importando... ¿Qué era lo que en verdad quería?.. No quise suponer nada, como siempre suelo hacer. Oí a mi padre decir que aprovecharía para tomarse un café, que le buscará o le llámese al terminar.
      Ninguno de los dos nos movimos hasta que mi padre estuvo lo suficientemente lejos. Entonces Agustín avanzo hacia la puerta y la aseguró con llave. Se volvió a mí. Se acercó al punto que percibía su respiración. No había necesidad de decir nada. Me acaricio el brazo y empezó a besar mi cuello. Luego busco mis labios. En ese momento hice un gesto de alejarme, porque pensé en Nahuel. No quería serle infiel. No acostumbraba serlo en aquel tiempo, cuando ...
    ... las cosas entre nosotros estaban bien.  Si bien tenía la relación de amantes con Mariano, de quien te hablare más adelante, era algo implícitamente pactado. Mi historia con Nahuel y mi historia con Mariano están unidas. Ninguno de los dos sentía celos por el otro. Incluso alguna que otra vez follaba con ambos a la vez. Pero hice a un lado ese pensamiento y le bese. A partir de allí nos embargó el frenesí. No cogimos por poco, las ganas sobraban. Sino que nos masturbamos mutuamente, aunque al momento él de acabar me puso de espaldas y me la metió solo un poco, con la intención de descargar su leche dentro mío. Aquello había sido totalmente impensado. Al inicio del día me había sentido molesto de perder una mañana en trámites, y en cambio ahora me estaba yendo de esa oficina con mis boxes mojados en semen, sin mucha dimensión del espacio y tiempo en que me encontraba. No hubo palabras en la despedida. Nos acomodamos la ropa y el cabello; nos dimos un par de besos como necesarios después de tremendo polvo. Tras lo cual Agustín volvió a quedarse en mis recuerdos. CONTINUARÁ. 
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