Se renta...incluye sexo
Fecha: 29/12/2020,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: yeyem21, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
El título es sugestivo a lo que será el relato.
Soy Walter de 28 años, soy de 1.85 mt, complexión delgada, tengo un buen paquete de casi las 8 pulgadas, me encanta el sexo, soy soltero aún y me gusta experimentar nuevas cosas.
Por cuestiones de trabajo, me tuve que mudar, de una ciudad muy ruidosa a una provincia más tranquila y conservadora. Tuve que buscar donde vivir, busque en las redes sociales y en varios medios. Pude encontrar un apartamento que es un agregado de una casa de condominio, ideal para una persona. Fui a verla y me atendió una señora, entre 45 a 50 años. Muy bien arreglada, me di cuenta de eso, pues a pesar de su edad, lucía como una mujer de 38 o 40, bien maquillada, sus uñas tanto de pies como de manos del mismo tono, su cabello castaño claro, un vestido arriba de las rodillas, dejaba ver una señora con lindas piernas, y que decir de su buen trasero, su busto bastante grande y atractivo, muy probablemente pensé que ya se había hecho una cirugía en sus bubis, pues parecían de veintiañera. Muy agradable la señora que se presentó como Sofía. Me enseñó el apartamento que estaba pegado a su casa, de hecho era un extensión, incluso tenía puerta que la unía con la casa. Después de decirme las condiciones y precios acepté tomarla. Me trasladé y en mi primer día le pregunté a doña Sofía donde podía encontrar un comedor que diera almuerzo y cena diario, ella me dijo que habían varios lugares cerca, pero si quería ella me podía preparar ambas cosas ...
... agregando un módico precio a la mensualidad. Acepté esa proposición.
Ya instalado, comenzó mi rutina. Yo llegaba como a las 6:00 pm y doña Sofía tenía mi cena preparada. Pude ver que su comida era deliciosa. Además ella me esperaba y cenabamos juntos y comenzamos a tener charla, conociéndonos uno del otro. Cuando pregunté por su esposo, ella se puso nostálgica, me dijo que aunque llegaba a la casa cada quince días, ya no tenían vida marital me dio a entender.
Pasaron las semanas, cada día la señora Sofía me era más simpática y su educación, su costumbre de estar siempre bien arreglada y su buena charla me comenzaron a atraer. En el primer fin de mes, era viernes en la noche, al terminar de cenar saqué una botella de whisky etiqueta negra y le dije que celebrara conmigo mi primer sueldo. Bebimos y cuando se hubo acabado la botella, ambos estábamos descohibidos, entonces ella me confesó que tenía un único hijo que vivía en los Estados Unidos, que su vida se había vuelto muy sola, me dijo que había puesto en alquiler el apartamento, pero que se había arrepentido dos veces, asi que yo era su primer inquilino. Yo también le dije que no tenía compromiso por ahora. Que primero quería terminar mis estudios universitarios, que ya estaban adelantados. Nos tomamos de las manos, nos vimos a los ojos y nos besamos, poco a poco usé mi lengua y se entrelazó con la de ella. En eso ella se separó, -uyy que estamos haciendo?- me dice. Yo la tomo de la cabeza y la regreso a mis ...